Chicago acaba de ganar un lugar en la historia del Vaticano. No solo por ser la ciudad natal del nuevo líder de la Iglesia Católica, sino por algo aún más peculiar: su inquebrantable lealtad a los White Sox, equipo de beisbol en Estados Unidos.
El anuncio de la elección del cardenal Robert Francis Prevost como el nuevo papa León XIV fue seguido por un mensaje poco habitual en las pantallas del Guaranteed Rate Field, hogar del equipo del lado sur de la ciudad: “Hey Chicago, él es hincha del Sox”. Así, con un guiño más propio de un clásico de temporada que de un cónclave, el cuadro blanco celebró el ascenso del primer pontífice estadounidense con orgullo barrial.
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La afirmación vino respaldada por una fuente irrefutable: John Prevost, hermano del nuevo papa. En medio de la confusión inicial que lo relacionaba con los Cubs —los rivales históricos del Sox del norte de la ciudad—, John fue claro: “Él nunca fue fanático de los Cubs, no sé de dónde salió eso. Siempre prefirió a los Sox”.
Su amor por los White Sox
Pese a haber crecido en un hogar con simpatías mixtas —algunos con los Cubs, otros con los Cardinals de San Luis—, Robert Prevost se inclinó desde joven por el blanco y negro del South Side. Una preferencia que, aunque discreta, ahora adquiere matices simbólicos.
“El béisbol no lo es todo”, reconoció el equipo en un comunicado oficial, “pero nos alegra saber que un aficionado de los White Sox ha llegado al Vaticano”. Y como muestra de esa fidelidad compartida, una camiseta rayada con el nombre León XIV y una gorra oficial ya van camino a Roma.
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El nuevo papa, de 69 años, no solo representa un hito geográfico para la Iglesia católica al ser el primero nacido en Estados Unidos (y también con ciudadanía peruana desde 2015), sino que también aporta una identidad cercana, humana y profundamente americana, que no renuncia a sus raíces.
León XIV asume el liderazgo espiritual de más de mil millones de católicos tras el fallecimiento de Francisco, y habrá que esperar para ver si en alguna ocasión muestra su lado B como aficionado al deporte, específicamente el beisbol.