La organización del US Open decidió implementar medidas especiales en la previa de la gran final masculina entre Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, que se disputará este domingo en Nueva York.
La razón principal es la confirmada presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien regresará al Grand Slam por primera vez en diez años.
¿Censura de Trump?
El anuncio no pasó desapercibido, ya que el mandatario norteamericano arrastra tanto apoyos fervientes como un alto nivel de rechazo en distintos sectores principalmente por su propaganda anti inmigración en Estados Unidos.
Ante ese escenario, el torneo envió un correo interno a las cadenas de televisión con la instrucción explícita de no mostrar imágenes de abucheos o protestas en caso de que se produzcan durante el evento.
Donald Trump, que en 2015 ya había generado abucheos en Flushing Meadows con su aparición en medio de la campaña presidencial, volverá a ocupar un lugar privilegiado en el Arthur Ashe Stadium, el escenario principal del tenis en Estados Unidos.
De hecho, el presidente no asistirá como invitado por la organización en su calidad de mandatario, sino como parte del palco de Rolex, patrocinador principal del torneo.
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Una final con protagonistas de lujo
En lo deportivo, la atención estará puesta en el choque entre Jannik Sinner, actual número 1 del mundo y campeón de Wimbledon, ante Carlos Alcaraz, defensor del título en Nueva York.
La final masculina del US Open está programada para este domingo 7 de septiembre a partir de las 15:00 horas de Chile, en una definición que promete ser un broche de oro para una temporada donde ambos tenistas han disputado palmo a palmo el cetro del tenis mundial.