Joaquín Larrivey llegó a Chile en 2020 para sumarse a Universidad de Chile, y desde entonces el país dejó de ser solo una escala futbolística para él.
Su familia creció aquí, formó amistades, volvió desde Italia y hoy, con 41 años y vigente en Deportes Concepción, proyecta un futuro que va más allá de su carrera como jugador.
Su vínculo con Chile es evidente. No solo porque vivió momentos importantes en la U, Magallanes y ahora Deportes Concepción sino porque encontró estabilidad, proyectos familiares y un lugar donde —como él mismo dice— se siente “como en casa”.
En conversación con En Cancha, profundizó en cómo ve su futuro y en por qué el país se convirtió en un lugar amigable para él.
Larrivey y su cercanía con Chile
—Cuando uno te escucha hablar de Chile, da la sensación de que el país realmente te marcó. ¿Te gustaría quedarte a vivir aquí a largo plazo?
Sí, la verdad que no sé si eternamente, porque eternamente me refiero a toda la vida. Somos una familia realmente muy viajera, bastante inquieta y con muchas ganas de conocer distintos lugares.
Quiero ser DT y tengo claro que el rol del entrenador tiene igual o más viajes que el de jugador. Pero sin duda que Chile es un lugar en el cual nos sentimos como en casa.
-¿Cuál es tu opinión del país y la sociedad chilena?
Es un país que funciona muy bien, es ejemplar, nos sentimos cómodos. Realmente es nuestra casa, la consideramos así. Tenemos varios proyectos acá también y mi último hijo nació en Chile. Estamos muy ligados, tenemos muchos amigos y, por lo menos, proyectamos vivir los próximos cuatro o cinco años acá.
—¿Cómo se gestó tu llegada a Chile?
Yo estaba jugando en Cerro Porteño, tenía un año más de contrato. Y por medio de mi suegro (Gerardo Reinoso), que jugó muchos años acá, me llamó y me dijo que quería hablar conmigo con Superman Vargas, que en ese momento era uno de los directores deportivos de la U.
Y bueno, mi suegro me habló maravillas de Chile. Mi mujer nació acá cuando mi suegro jugaba en Católica, conocía bastante. Y bueno, si bien estaba muy bien en Paraguay, vimos con buenos ojos la idea de un nuevo desafío en mi carrera. La verdad que estaba muy feliz, y terminó resultando mucho mejor de lo que uno podía imaginar.
—Pasando a lo futbolístico, siempre dijiste que Chile es un torneo muy competitivo. ¿Hay algún estadio que recuerdes como especialmente difícil?
Mira, la verdad que son todos difíciles. Cuando uno va a jugar afuera, siempre los estadios en general son complicados. Pero más que nada, más que los estadios en sí, pienso que los equipos son lo más difícil. Así que no sé… en algunos estadios he podido hacer goles, en la mayoría, te digo, con suerte.
Hay distintos equipos. Me han quedado, por ahora, pocos equipos sin poder marcar, así que esperemos que los que todavía me faltan, pueda tacharlos pronto