Antes de su histórica campaña actual que le dio su primer título en Primera División, muchas hinchas de Coquimbo Unido consideran que la mejor escuadra que tuvieron fue la de 1979. Ese año, los Piratas arrancaron el Campeonato Nacional con 11 partidos invictos, bajo el mando técnico del recordado Luis Ibarra.
El equipo aurinegro, por entonces, vivía una época convulsionada, con varios ascensos y descensos en un corto período de tiempo y, para dejar de pasar penurias, el presidente Miguel Bauzá le encargó a sus asesores dar un golpe de efecto y puso sus ojos en Brasil, un destino poco frecuente para fichajes, incluso el día de hoy.
Pero lo consiguieron, y en un par de mercados consecutivos no volvieron ni con uno ni con dos, sino con tres refuerzos de calidad, que revolucionaron al fútbol chileno en la época. Sus nombres: Liminha, Torino y Bené. Y el principal responsable de esa hazaña fue el directivo Juan Figari, quien lamentablemente falleció la noche de este domingo.
“Jogo Bonito” en el Puerto
Hasta el día de hoy, los tres cracks brasileños se recitan como un nombre único en el Puerto Pirata. “El Coquimbo de Liminha, Torino y Bené” marcó una época en nuestro medio.
Ninguno era seleccionado, pero sí tenían una larga trayectoria en su país, en una época en la que sus mejores jugadores no se iban tan rápido a Europa como ahora.
Torino, que venía del Chapecoense, era el creador, mientras que Liminha (llegó del Curitiba) y Bene (del Velo Clube, pero con un breve paso por el Barcelona a mediados de los ‘90) eran los delanteros. Y cada vez que alguno de ellos marcaba, Coquimbo se transformaba en un carnaval. De hecho, patentaron la samba como su forma de festejar cada gol.
El Sánchez Rumoroso marcó sus mayores asistencias históricas y hasta los entrenamientos del plantel se transformaron en un panorama imperdible para los hinchas locales. Por primera vez, sus partidos incluso se empezaron a dar a todo Chile por TV (o al menos a aquellos que por el momento podía costear una).
“Fue un boom. Todos hablaban de la samba de los brasileños de Coquimbo”, señaló el DT Ibarra hace unos años. “Los brasileños eran increíbles, puro jogo bonito. Cuando andaban inspirados, uff, le ganamos a Universidad de Chile y la Católica y el año anterior vinimos a Santiago y le ganamos a Colo Colo y al Palestino campeón”, recordó.
Al final, el campañón de la primera rueda no se pudo mantener en la segunda mitad del año y el equipo se desinfló. Cuentan las malas lenguas que la vida nocturna le pasó la cuenta a los brasileños, que bajaron su rendimiento en la recta final. Cada uno siguió su propio camino: tras esa temporada, Bené pasó a Aviación y Torino protagonizó otra teleserie y se marchó al archirrival, Deportes La Serena. Liminha fue el que más aguantó, fichando por la U en 1981.
Pero el recuerdo de “los brasileños de Coquimbo” quedó para siempre grabado en la memoria de los hinchas piratas, y por eso la figura de Juan Figari, el arquitecto de aquel golpe al mercado, se sigue recordando con cariño y nostalgia.
“Como club enviamos nuestras sinceras condolencias. Fuerza y Coraje a su familia, amigos/as y cercanos/as en este momento de profundo dolor”, señaló el club en sus redes sociales.