La anécdota que leerán a continuación es absolutamente verídica. Ocurrió a comienzos de los años 70 y la escribiré tal como la contaron en unos de aquellos asados que un periodista podía compartir con los futbolistas, sin que a nadie por ese entonces le llamara la atención. Lo único, que, por razones obvias, omitiré los nombres de los protagonistas.

La escena se desarrolla en el camarín de un equipo de la ahora llamada Primera B, que acababa de perder la posibilidad de ascender a Primera División. Muy enojado y fuera de sus casillas llegó al vestuario el entrenador – un ex futbolista de equipo grande- y encaró a los jugadores.

“¿Saben por qué perdimos hoy día?...Porque a ustedes les faltó eso que empieza con “U”. Se creyeron campeones antes de tiempo, seguramente salieron a celebrar en la semana y por eso hoy ni corrían en la cancha. ¿Por qué? Porque no tienen eso que empieza con “U”. Y un futbolista sin esa cualidad nunca va a poder triunfar. Me lo dicen a mí que fui seleccionado, que estuve en un Mundial, que fui campeón varias veces. Porque a mí me sobraba eso que empieza con “U”.

Desconcertados, los jugadores se miraban entre sí. Hasta que uno de los más antiguos del plantel levantó la mano y preguntó: “Profe, ¿qué es eso que empieza con U?”.

Más enojado aún, el entrenador en cuestión respondió: ¿Cómo que qué es eso que empieza con U? Y escribió en la pizarra: UMIRDAD...eso es lo que a ustedes les falta…¡UMIRDAD!

Obviamente hasta ahí llegó la reunión en el camarín, porque todos los jugadores partieron a las duchas para evitar reírse a carcajadas.

A Colo Colo le faltó eso que empieza con U

Me acordé de esta anécdota la semana recién pasada cuando a Colo Colo se le escapó la última posibilidad de maquillar este horroroso año 2025 que transformó el sueño del Centenario en una pesadilla sin fin.

Digo maquillar, porque de modo alguno una Copa Libertadores levantada por el fútbol femenino hubiera podido tapar el fracaso de los hombres, pero algo importante al menos hubiera quedado como ofrenda a los cien años del club popular.

Ya sabemos que no se dio y que las albas finalmente terminaron cuartas en el torneo continental, lo que de todas maneras fue una muy buena campaña.

Sin embargo, bastó que el equipo conducido por la brasileña Tatiele Silveira accediera a semifinales para que todos – partiendo por Aníbal Mosa- quisieran escapar del Titanic que se hundía subiéndose a ese bote salvavidas. Que obviamente no fue capaz de soportar tanto peso y no pudo llegar a buen puerto.

La misma semana en que Colo Colo tuvo la oportunidad de ratificar porqué ha sido hasta ahora el único equipo que pudo ganarle al puntero Coquimbo Unido. Sin embargo, más allá de un muy buen primer tiempo del elenco Popular el resultado final terminó siendo una revancha en favor de los “Piratas”, que dieron así el paso fundamental que les falta hacia el título y dejaron a Colo Colo lejos de clasificar siquiera a Copa Sudamericana.

Que todavía puede clasificar, es cierto, pero llegar peleando por el último cupo ni siquiera podría entenderse como un premio de consuelo para quienes a comienzo de año dijeron que iban a ganar la Copa Libertadores.

Y no digan que no fue así, porque lo señalaron en su momento el propio Mosa, presidente del club, Jorge Almirón, entrenador y Arturo Vidal, el principal referente dentro de la cancha.

A todos ellos y a muchos otros en el Cacique les faltó eso que empieza con U.

Por ejemplo, a Javier Correa y a Alan Saldivia, que bombo en mano y de manera muy “tribunera” se burlaron del “archirrival”, que ahora seguramente de seguir avanzando en Copa Sudamericana va a devolverles la pasada.

Le faltó eso que empieza con “U” a todo el directorio de Blanco&Negro, porque la oposición no se la puede llevar limpia en este fracaso, ya que nada hicieron por evitarlo e incluso lo empeoraron. Hasta el punto impresentable de terminar a los combos una reunión en la Casa Alba.

Finalmente, y tal vez en mayor medida que a nadie le faltó eso que empieza con U fue a la Garra Blanca. Que por creerse y sentirse principales protagonistas del espectáculo terminaron por acarrearle las penas del infierno al club y le provocaron, además, un luto irreparable al año del Centenario con la muerte de dos jóvenes la noche del 10 de abril. Dos jóvenes que ingenuamente respondieron al llamado de sus líderes e intentaron entrar por la fuerza al estadio Monumental con las consecuencias tan lamentables por todos conocidas.

Para cerrar esta columna, quiero aclarar que la vocal empleada es simplemente coincidencia con esa letra que en Colo Colo muchos evitan incluso pronunciar.

Pero, créanme, habría sido peor que, de apelar al buen uso de la ortografía, hubiera escrito que lo que les faltó es eso que empieza con “H”.

abre en nueva pestañaabre en nueva pestañaabre en nueva pestaña