Este viernes se llevaron a cabo las dos finales del fútbol joven chileno, en las canchas de la ANFP en su sede de Quilín. En el primer turno, O'Higgins derrotó a Colo Colo en la definición del Campeonato sub-18, pero probablemente será la disputa por la corona en la sub-18 la que pase a la historia y de la vuelta al mundo.
No tanto por el nivel exhibido por los equipos protagonistas, Universidad de Concepción y Cobreloa, sino que por una de las jugadas más "tramposas" de las que se tenga memoria.
Corrían los minutos finales del juego con la ventaja por la cuenta mínima para los del "Campanil", cuando los sureños se acercaron al área rival y tras una serie de rebotes estuvieron a punto de marcar el segundo, pero un defensa de Cobreloa lo evitó casi en la línea. ¿El detalle? Ese futbolista ya no estaba jugando, porque acababa de ser reemplazo y de hecho se encontraba detrás de su arco rumbo a la banca.
Ni el árbitro ni los propios jugadores de la U de Conce se percataron de la situación y se disponían a seguir con las acciones, hasta que el guardalíneas sí hizo notar lo ocurrido e informó al juez principal, quien procedió a detener el partido, expulsar al infractor y decretar penal para los universitarios. Ahí marcarían el 2-0 final y definitivo, para coronarse como los reyes del fútbol juvenil chileno.