El partido entre Novak Djokovic y Rafael Nadal por semifinales de Roland Garros cumplió con todas las expectativas. Sin importar quien gane, el choque entre el número uno del mundo y el "Rey de la Arcilla" fue una batalla de físico, voluntad... y talento.
Todas esas características quedaron demostradas en un increíble punto que jugaron en el tercer set, y que terminó ganando Djokovic con más coraje que juego, para deleite de todos los presentes en el Grand Slam parisino.