El 5 de mayo de 1984, Diego Maradona fue el protagonista principal de una de las peores peleas que se recuerden en la historia del fútbol moderno. Con la camiseta del Barcelona, el astro argentino perdió en el Santiago Bernabeu de Madrid la final de la Copa del Rey de ese año ante Athletic Bilbao en un partido lleno de fricciones, que desencadenadon en una batalla campal donde Maradona se enfrentó casi con todos los jugadores vascos, todavía con el recuerdo fresco de la fractura que Andoni Goikoetxea le había provocado unos meses antes.
Tal fue la repercusión de lo visto en la cancha del Real Madrid que el trasandino recibió un castigo de tres meses antes de marcharse definitivamente de España y fichar por el Napoli italiano.