Todavía sigue vivo el polémico arbitraje de Fernando Véjar entre Ñublense y Católica, y en Argentina se vivió algo parecido, o peor. En el partido más esperado de la fecha en el torneo trasandino entre Lanús y River Plate, el árbitro Darío Herrera se transformó en el villano para los hinchas del “Granate”, que perdió 2-0 y con dos goles anulados. La polémica fue tal que, tras el pitazo final, el plantel “Millonario” (incluyendo al chileno Paulo Díaz) no podía salir de la cancha y uno de sus jugadores, Enzo Díaz, incluso recibió un botellazo.

Demás está decir, el árbitro tuvo que salir de la cancha escoltado por la policía y con protección para no recibir proyectiles, tal como lo que se vio la noche del viernes en el Nelson Oyarzún de Chillán.

Mira los graves incidentes en el partido de Lanús vs River Plate en Argentina

abre en nueva pestañaabre en nueva pestañaabre en nueva pestaña