El Liverpool iba ganando 3-0 a los 15 minutos del primer tiempo al Tottenham, pero los Spurs tuvieron un despertar milagroso y a los 90+3 lograron empatar el marcador. En la última pelota del partido apareció Diogo Jota que anotó el 4-3 definitivo, desatando la euforia de los hinchas “Reds” y del cuerpo técnico, entre ellos Jürgen Klopp, que corrió a festejar y decirle algo al árbitro, pero en ese trayecto el alemán se desgarró y tuvo que detener la algarabía.

La eufórica celebración que terminó con Klopp lesionado

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