Un desafío importante tenía el Real Betis de Manuel Pellegrini pues recibía al Girona, actual puntero de La Liga, con la obligación de sumar para seguir en el lote de equipos que aspiran a puestos de clasificación a copas europeas.
Sin Claudio Bravo, aún marginado por lesión, los andaluces saltaron al Benito Villamarín, y pese a un buen arranque comenzaron en desventaja por gol de Artem Dobyk, quien cambió un penal por gol al minuto 39.
El resultado amargó momentáneamente al Ingeniero, pero tras el descanso los béticos lograron nivelar el partido y consiguieron un agónico gol, obra de Germán Pezzella al minuto 88′ y que posicionó provisoriamente al Betis en el séptimo lugar de la tabla con 28 puntos.