10 minutos estuvo Lionel Messi en un estadio de la India, rodeado de ministros y líderes, exhibiéndose muy poco hacia los fanáticos que repletaron el Salt Lake Stadium.
Todo eso provocó la furia de los hinchas, los cuales alegaron una mala organización y empezaron a romper todo a su paso: tiraron sillas a la cancha, destrozaron lo que podían con fierros y desataron el caos tras la visita del astro argentino. Las imágenes ya dan la vuelta al mundo.







