El Derbi entre Real Betis y Sevilla por los octavos de final de la Copa del Rey fue suspendido a falta de cinco minutos del término del primer tiempo.
A los 39', Nabil Fekir convirtió el empate 1-1 gracias a un magnífico gol olímpico, pero justo en el momento de la anotación, Joan Jordán fue agredido por la hinchada local.
El mediocampista central fue golpeado por un palo en la cabeza, que fue lanzado por uno de los fanáticos verdiblancos. Tras la agresión, los jugadores sevillanos decidieron abandonar el campo de juego por lo ocurrido con el volante de 27 años y no volvieron a la cancha.