Tomás Alarcón no aparece ni en las cómicas en el Cádiz. El ex volante de O’Higgins de Rancagua está cortado por el entrenador Paco López, que por ahora no tiene intenciones de dar su brazo a torcer.
El chileno protagonizó una pelea con su compañero Rominigue Kouamé en una sesión de entrenamiento y eso fue suficiente para que lo mandaran a capilla, donde se mantiene entrenando en solitario.
- Te podría interesar: Ben Brereton jugó un minuto y los ingleses igual le dieron palos: “Un poco lento”
“Vamos a ir viendo lo que pasa durante las semanas y decidiremos en función de lo que sea mejor para el equipo”, dijo el técnico en rueda de prensa, al ser consultado sobre si tenía pensado aplicar un perdonazo en el corto plazo.
“Cuando no contamos qué ha pasado lo hacemos por proteger al vestuario, los trapos sucios de lavan en casa”, dijo de manera algo encriptada, dando a entender que el enojo con los futbolistas continúa, y que por ahora no hay posibilidades de que vuelvan a ser considerados.
“Se toma una decisión que creemos que es la mejor para el equipo. La decisión va siempre a favor del equipo y nunca en contra”, añadió, deslizando que hoy el plantel está muy bien sin ellos.
Tomás Alarcón y la chance de irse
Con esto, a Alarcón no le queda más que ir pensando en hacer sus maletas ni bien abra el mercado de invierno en Europa, pues en Cádiz parece tener la pista demasiado pesada.
Recordar que el mediocampista nacional tiene contrato vigente con el club español y finaliza recién en diciembre de 2025, por lo que deberá resignar dinero si es que quiere irse antes de tiempo.
