Si bien con equipos del tamaño de Boca Juniors siempre los malos resultados se tienden a exagerar, no es una locura decir que los Xeneizes pasan por uno de sus peores momentos en décadas. El cuadro bostero arrastra una sequía de 12 partidos sin ganar, el nuevo peor registro de su historia, superando marcas que databan de 1957 y 2021.
En esa última estaba el mismo DT de ahora, Miguel Ángel Russo, nombrado a dedo por Juan Román Riquelme para tratar de reverdecer laureles, pero que en sus primeros meses de vuelta al cargo simplemente no ha dado el ancho.
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Con una profunda crisis institucional, el partido de este domingo por la Liga Argentina parecer ser una verdadera final, enfrentando de visita a Independiente de Rivadavia. Y Russo también parece entenderlo así, tomando una inédita medida.
Según Olé, el DT decidió convocar a todos los jugadores para el encuentro que se jugará en Mendoza. Y cuando hablamos de todos, hablamos de todos, incluyendo también a los lesionados que no tienen chances de jugar. Y hasta a los “cortados” a los que se les sigue buscando una salida.
¿Qué quiere demostrar Russo con esto? “La movida responde a la intención de ir en busca de un objetivo en común que a partir del momento que vive el equipo requiere de todos”, aclara el mismo medio. “Una especie de mensaje interno de la importancia de cada una de las piezas del conjunto. Y la certeza de estar frente a una situación límite”.
Los dos chilenos de Boca también entraron a la comitiva viajera. Williams Alarcón, que el fin de semana pasado vio acción en el agónico empate ante Racing en La Bombonera, y Carlos Palacios, que se quedó en la banca contra La Academia.
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La Joya no juega hace tres partidos por lesión, en medio de un complejo momento donde parece haber perdido el respaldo de la afición y sigue siendo atacado por presuntas indisciplinas fuera de la cancha.
Sin embargo, al menos en esta ocasión, esta considerado igual que el resto y todo indica que volverá a ser reserva, por lo que tendrá que empezar a reconstruir su lugar en la oncena titular de un Russo que, en caso de seguir sin ganar, bien podría estar viviendo sus últimas horas en el club.