Por Patricio Erlandsen (@Pato_ Erlandsen)

Ya pasaron las primeras cuatro fechas del Transición y la inicial gran expectativa que había por ver al Wanderers de Córdova, se transformó en preocupación. 
El equipo aún no ha podido ganar, suma tres expulsados, no genera grandes opciones de gol, tampoco finiquita y carece de un padrón claro de juego. 
Leía en Twitter que Wanderers se transformó en un equipo de reacción. Con las dos universidades se despertó para evitar una derrota. Lo de Curicó fue, en verdad, un muy triste espectáculo. 
Pero en la semana previa a cada partido, se sigue hablando de que estamos en un proceso y que los jugadores deben seguir asimilando la idea. El problema, tal como escribí hace unas semanas es que tiempo no hay. 
Ya tenemos a Curicó a respirando en la nuca. No hemos podido sacar diferencias y este fin de semana, si no se dan las cosas, podemos quedar colistas.
Ya no hay margen, es momento que Nicolás Cordova entienda que en este torneo solo sirve ganar. No importa si jugando bien o mal, solo sirve sumar. La palabra proceso no es útil, al menos, en los once partidos restantes. De ahí en más, no hay problema. 
Por ahora, Wanderers es un manto de dudas. Entre las infantiles expulsiones y el pobre nivel de varios refuerzos, el panorama no es halagüeño. 
Por lo pronto, solo quedar apelar a que el DT se convenza de que este torneo es solo para ganar y ganar, no para jugar lindo ni convencer de una idea. 
abre en nueva pestañaabre en nueva pestañaabre en nueva pestaña