El pasado 19 de septiembre, y luego de miles de temblores registrados previamente, entró en erupción el volcán Cumbre Vieja, ubicado en La Palma, una de las Islas Canarias.
Por cuarta jornada consecutiva, el volcán soltó lava cubriendo campos y casas, justamente un día después de que se permitiera el ingreso de las personas regresar brevemente a sus hogares a rescatar sus pertenencias.
El hecho ha obligado a evacuar a miles de vecinos de varias localidades cercanas. La devastación que ha causado el hecho en las Islas Canaras fue captado por imágenes de drones pertenecientes al Instituto Geológico y Minero de España y mostraron que la lava calcinó todo a su paso, incluyendo una escuela.
El magma también saltó en la noche, vistiendo de rojo el cielo y esparciendo el fuego por los alrededores.
Por el momento, no se ha informado de víctimas fatales ni de heridos. Los expertos preveen que si la lava llega al mar podría desencadenar en mayores explosiones y nubes de gas tóxico.
Por lo mismo, las autoridades marítimas tienen cerrada una zona de casi cuatro kilómetros en el mar alrededor del lugar.
"Están siendo días realmente duros", escribió en su cuenta de Twitter el presidente del cabildo de La Palma, Mariano Hernández. "Escuchar a los que lo han perdido todo, y a los que saben que lo van a perder es frustrante", agregó.
Unas 6.000 personas de las 80.000 que viven en la isla han sido evacuadas desde el domingo y a los que viven en la trayectoria de la lava se les permitió volver a sus casas por breves momentos para recuperar sus pertenencias.
