Aunque en este lado del mundo vivimos un preinvierno con bajas temperaturas, las marcas térmicas en el Norte, incluyendo sus océanos, alertan a los expertos de una manera inevitable. Esto, como consecuencia directa del cambio climático.
En mayo y lo que va de junio, los registros globales de la superficie del mar alcanzaron un nuevo máximo, especialmente en el Atlántico norte.
Por esto, se pronunció recientemente Anthony Rea, director de infraestructura de la Organización Meteorológica Mundial (OMM): “A nivel mundial, las temperaturas de la superficie del mar son en promedio 0,2 grados más cálidas que en el mismo período del año pasado”.
En ese sentido, completó que “esto puede no parecer mucho, pero considere la superficie total de los océanos globales y su capacidad calorífica, por lo que representa una enorme cantidad de energía térmica absorbida por el océano”.
El Niño empeorará la situación térmica del mar
Con la ya confirmada presencia de El Niño, el pronóstico no indica mejoría para los próximos meses. Según consignó Meteored, este fenómeno causa un aumento en los registros térmicos del agua por encima del promedio, en el Océano Pacífico ecuatorial.
A esto se han sumado incencios forestales como los registrados en semanas recientes en Canadá, afectado a ciudades vecinas como Nueva York.
Por otro lado, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), advirtió que los niveles de dióxido de carbono (CO2) medidos en el observatorio Mauna Loa en Hawái alcanzaron un máximo de 424 partes por millón en mayo. Estas son solo algunas de las consecuencias del cambio climático que seguirá acelerándose según auguran expertos en meteorología.