Las inmensidades del mar siempre han cautivado a la humanidad, especialmente cuando se trata de los animales que habitan sus vastos océanos. Un ejemplo de esto es lo ocurrido recientemente con el sorprendente hallazgo de un tiburón con más de 300 años de antigüedad.
El animal fue encontrado navegando en las profundas aguas de Groenlandia, pleno Océano Ártico, gracias a las cámaras especializadas que utilizan los expertos para estudiar la flora y fauna del sector.
Específicamente, el tiburón tiene la sorprendente edad de 392 años, equivalente casi a la mitad del promedio de vida que poseen dichas especies, las que pueden llegar a los 500 años, aproximadamente.
Este fósil viviente no solo llama la atención por ser básicamente un fósil viviente nadando en las aguas internacionales, sino que también porque, sacando cálculos, lleva en el planeta desde 1632.
