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Juicio de Nicolás Zepeda: ¿Cuál es el caso y por qué el chileno es el principal sospechoso de la desaparición de Narumi Kurosaki?

Este martes 28 de marzo será juzgado en Francia por el presunto asesinato premeditado de la joven japonesa, cuyo cuerpo hasta el día de hoy sigue sin ser encontrado.

El juicio contra el chileno Nicolás Zepeda comienza este martes 29 de marzo en Besanzón, Francia, donde es acusado como el principal sospechoso de la desaparición y presunto asesinato premeditado de su expareja, Narumi Kurosaki, joven japonesa cuyo rastro se perdió desde diciembre de 2016, cuando tenía 21 años.

Zepeda fue extraditado desde Chile hacia Francia y se encuentra en prisión preventiva desde julio de 2020. Sin embargo, el hombre de 31 años asegura ser inocente.

Además, el imputado será defendido por Jacqueline Laffont, quien fue abogada del expresidente francés Nicolas Sarkozy y otras figuras reconocidas. En tanto, el juicio en el Tribunal de lo Penal de Doubs se extenderá hasta el próximo 12 de abril.

¿Cuál es el caso y por qué Nicolás Zepeda es el principal sospechoso?

Todo comenzó cuando Nicolás Zepeda Contreras, hijo de un alto funcionario de una empresa telefónica, viajó en 2014 a Japón por un intercambio de estudios de Administración Pública, carrera que cursaba en la Universidad de Chile. Allí conoció a Narumi Kurosaki, una joven japonesa con quien inició una relación amorosa.

Sin embargo, en abril de 2015, el chileno tuvo que retornar a nuestro país para terminar sus estudios y licenciarse, pero su relación con Narumi no finalizó, ya que ella en mayo de ese mismo año vino de visita a Chile, donde conoció a la familia de Zepeda y fue presentada como su pareja oficial.

El joven regresó una vez más a Japón para buscar trabajo y continuar con su pareja, pero no hubo suerte en lo laboral. Además, Kurosaki realizaría un intercambio de estudios en Francia, por lo que finalmente se separaron. Tiempo después, Narumi inició una nueva relación con un francés, lo que desató los celos y posesividad del imputado, según mensajes encontrados.

A fines de 2016, el chileno fue a Madrid, España, viaje durante el que recibió un mensaje de la japonesa, quien se encontraba en la ciudad francesa de Besanzón. Comenzaron a hablar nuevamente, decidiendo que se juntarían en persona.

Fue a principios de diciembre cuando Zepeda llegó hasta Besanzón. El primer lugar que visitó el 1 de diciembre fue Dijon, muy cerca de donde su expareja vivía y estudiaba. La policía logró determinar que allí el sospechoso entró a un supermercado a comprar un bidón de 5 litros de productos inflamables para estufa de petróleo, fósforos, cloro y ropa nueva. Esa misma jornada, recorrió una zona llamada Rold Dejan, de prominentes bosques, siendo un lugar poco transitado y no visitado por turistas.

Asimismo, la investigación determinó, gracias a los movimientos del GPS del vehículo de Zepeda y tarjetas de crédito, que desde ese 1 de diciembre se dedicó a espiar a Narumi Kurosaki, siguiéndola sin que ella supiera. De igual forma, dos residentes del lugar donde vivía la joven afirmaron haber visto al imputado en el sector.

La desaparición de Narumi Kurosaki

Finalmente, Narumi y Nicolás se reunieron el 4 de diciembre de 2016, donde cenaron juntos en el restaurant La Table de Mustaff. El chileno pagó la cuenta y ambos se dirigieron a Besanzón, a la residencia universitaria donde vivía la japonesa. En el trayecto, un foto radar le cursó una multa a Zepeda, debido a la alta velocidad con la que conducía, siendo una pieza clave para confirmar que estuvieron juntos.

A eso de las 03:20 de la madrugada del lunes 5 de diciembre, vecinos de la joven de 21 años afirmaron escuchar terroríficos gritos de una mujer, el sonido de golpes y mucho ruido. Momentos después, hubo silencio.

Según la policía, los gritos habrían sido producto de que Zepeda habría asfixiado hasta la muerte a su expareja. Luego, habría sacado el cuerpo con la ayuda de una maleta y una frazada, para subirlo hasta su vehículo y dirigirse a la zona boscosa y poco transitada que el chileno exploró cuando recién llegó a Francia.

Los antecedentes del caso indican que el sospechoso abandonó el recinto donde vivía Narumi, aparentemente por las escaleras de emergencia, y permaneció en el bosque desde las 05:55 hasta las 07:44 horas de la mañana, para luego retornar a Dijon.

De igual manera, la investigación acusa que desde esa madrugada Zepeda intentó encubrir el crimen enviando mensajes a familiares y amigos desde el celular de Narumi, haciéndose pasar por ella. Además, compró un pasaje en tren, con la intención de apuntar a que Narumi habría viajado a otra localidad.

En tanto, el 7 de diciembre de 2016, el chileno abandonó Francia y se dirigió vía terrestre hasta Suiza, donde tomó un avión hasta Barcelona para visitar a su primo, Juan Ramírez Zepeda, quien es médico.

Según las declaraciones de su familiar, habrían conversado sobre cómo se asfixia a una persona, lo que le causó curiosidad a Juan, por la forma en que se expresaba Nicolás. Además, le habría comentado que no veía hace meses a Narumi y que venía desde Suiza por un reemplazo que hizo a un profesor en un seminario. Sin embargo, nada de esto se logró confirmar.

La versión de Nicolás Zepeda

Por su parte, el chileno reconoció a la policía que sí estuvo en la habitación de Narumi, pero que los ruidos escuchados fueron producto de que mantuvieron relaciones sexuales. Luego de esto, sostiene que se retiró del lugar y que ella estaba "bien". La defensa del joven intenta probar la "inocencia absoluta" del sujeto.

Zepeda es la última persona que vio con vida a Narumi. Además, el cuerpo sigue sin ser encontrado, por lo que no puede ser confirmado en su totalidad un asesinato, lo que la defensa usa a su favor.

Por su parte, la empresa que arrendó el automóvil al chileno declaró que el vehículo fue entregado "muy sucio", con incluso tierra en el maletero.

Respecto a qué sucedió con el cadáver, el jefe de la policía de Bezasón, Christophe Touris, manifestó que "entre fines de noviembre y el 6 de diciembre llovió, y llovió mucho (…) Si el cuerpo fue tirado al río pudo haber partido. Además que a nosotros se nos avisó tardíamente que esta podría haber sido una de las posibilidades".

Con todos estos antecedentes, Nicolás Zepeda deberá enfrentar la justicia en Francia, y en caso de ser encontrado culpable de la desaparición y asesinato con premeditación de Narumi Kurosaki, el chileno arriesga pasar toda su vida en la cárcel.

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