El IFE Laboral (Ingreso Familiar de Emergencia Laboral) desempeñó un papel de gran importancia en Chile al representar un apoyo económico significativo para los trabajadores que se vieron afectados por los impactos socioeconómicos de la pandemia y otras crisis. Este beneficio, gestionado por el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), buscaba mitigar las dificultades financieras que muchos enfrentaron debido a la pérdida de empleo, disminución de ingresos o condiciones laborales adversas.
Una de las características esenciales del beneficio fue su capacidad para adaptarse a las necesidades específicas de los trabajadores, asignando montos diferenciados según categorías como edad y género. Este enfoque permitió una distribución más equitativa de los recursos, atendiendo a las diversas realidades y desafíos que enfrentaban los distintos grupos demográficos.
Otra característica clave era que podía asignar montos diferenciados según la categoría de los beneficiarios. Por dar un ejemplo, hombres de 24 a 55 años recibían el 25% de su remuneración bruta mensual imponible, con un tope de $100.000 mensuales. En contraste, mujeres, jóvenes de 18 a 24 años, hombres mayores de 55 años, personas con discapacidad certificada y asignatarios de pensión de invalidez obtenían el 60% de su sueldo bruto imponible, con un límite de $300.000 mensuales.
A pesar de la conclusión de este beneficio, los trabajadores chilenos cuentan con otras alternativas para recibir respaldo económico en medio de esta realidad laboral que está cada día más apretada para las familias chilenas. Existen dos opciones a disposición de la población son el “Bono Mujer Trabajadora” y el “Subsidio al Empleo Joven”, ambos gestionados por el Sence. Estos programas, que imponen requisitos específicos, ofrecen pagos mensuales a aquellos que cumplen con los criterios establecidos, brindando un respaldo económico continuo en un contexto post-IFE.
Bono Mujer Trabajadora
Este respaldo financiero ofrece pagos mensuales o anuales según la preferencia de la beneficiaria. Los criterios para acceder son los siguientes:
- Tener entre 25 y 59 años de edad.
- Formar parte del 40% más vulnerable de la población, de acuerdo con el Registro Social de Hogares (RSH).
- Demostrar una renta bruta inferior a $7.278.446 durante el año calendario en que se percibe el bono (en 2023, si se elige el pago mensual, la remuneración bruta debe ser inferior a $606.537 mensuales).
- Estar al día en el pago de las cotizaciones previsionales y de salud durante el período en que se concede el bono.
- No trabajar en una entidad estatal o en una empresa con participación pública superior al 50%.
- No tener solicitudes pendientes como beneficiaria del Subsidio al Empleo Joven.
Subsidio al Empleo Joven
Este respaldo económico se dirige a jóvenes con contrato laboral. Los requisitos para postular son los siguientes:
- Tener entre 18 y 24 años y 11 meses de edad.
- Haber obtenido la licencia de enseñanza media antes de cumplir 21 años.
- Pertenecer a un grupo familiar clasificado en el 40% de menores ingresos, según el Registro Social de Hogares (RSH).
- Acreditar una renta bruta inferior a $606.537 (para pagos mensuales provisionales en 2023).
- Acreditar una renta bruta anual inferior a $7.278.446 en el año calendario en que se solicita el beneficio (pago anual en 2023).
- Estar al día en el pago de las cotizaciones previsionales y de salud.
En el caso particular de los trabajadores independientes, ellos deben acreditar sus ingresos conforme a lo estipulado en el artículo 42 de la ley sobre impuesto a la renta y mantenerse al día en el pago de todas sus cotizaciones previsionales y de salud.
Similar al Bono Mujer Trabajadora, los montos mensuales del Subsidio al Trabajo Joven pueden llegar a un tope de $40.430, mientras que el pago anual alcanza $570.825.