El estudio de Activa Research “Chile Tatuado” arrojó que el 49,4% de los chilenos tiene a lo menos un tatuaje, mientras que el 30,2% tiene la intención de realizarse uno. El objetivo de la investigación fue entender las tendencias culturales al interior de nuestro país.
Pero, por qué las personas se sienten bien al llevar a cabo esta práctica tan común en estos días. Si bien, el análisis anterior no pudo responder esta interrogante, la psicología sí, y de esta forma, derribó el mito de que estos diseños solo son característicos de los “rudos” o “rebeldes”.
¿Por qué las personas se sienten bien al hacerse un tatuaje?
El artículo publicado por psiquiatria.com, dice que ver a una persona tatuada puede tener un impacto positivo o negativo, según la percepción que le dé un otro. Si bien, implica estar sometido a un proceso doloroso, lo cierto es que puede tener un significado muy profundo para aquellas que amen la tinta, según la psicología.
- Expresar sentimientos
Una de las razones por las que las personas se consideran amantes de los tatuajes es porque a través de ellos pueden expresar sus sentimientos, pensamientos y personalidad.
A pesar de que parece una decisión fácil, la verdad es que, hay hartos factores a considerar como por ejemplo: la resiliencia física, la tolerancia a los comentarios negativos o búsqueda de un buen lugar para tatuarse, que puede tomar bastante tiempo.
- Sentido de pertenencia
Si bien, hoy existen algunas opciones para quitar un tatuaje, la verdad es que la mayoría de quienes llevan uno, los eligen para toda la vida. Es propio de su personalidad y de alguna u otra forma, se comprometen.
- Una forma de realce
Hay personas que se tatúan para conseguir algún tipo de satisfacción, respecto a su físico, ¿a qué se refiere?, el diseño, los colores y formas, le dan un nuevo aspecto a su piel y por ende, significa un cambio en la autoestima.
Psicólogos son majaderos en advertir que la práctica de hacerse tatuajes es contraria a la adicción. Pues, quienes se realizan uno, dejan pasar un tiempo para volver al estudio, por distintas razones, pero los adictos, no miran consecuencias.
