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Entrevista| Mario Salas: Sus deseos de volver a dirigir, el implacable mea culpa y las convicciones del DT

En una extensa conversación con En Cancha, el exentrenador de la UC y Colo Colo revela que ha no ha podido retornar al ruedo porque los clubes interesados tomaron otras opciones. Admite que ha aprendido de sus errores y cuenta qué tipo de proyecto le seduce para retomar su carrera.

Mario Salas llevaba un larguísimo tiempo sin conversar con los medios. Pero esta semana retomó el diálogo, en lo que perfectamente se puede enmarcar en una especie de "nuevo trato" que pretende implementar con el periodismo.

El estratega de 53 años apunta precisamente a su relación con los medios como uno de los aspectos que pretende mejorar. Y aunque nunca se ha sabido de grandes conflictos, salvo los reconocidos episodios de los celulares en conferencias de prensa, siente que especialmente en Colo Colo, no supo manejar bien este aspecto.

Tras cuatro meses sin dirigir, el "Comandante" vuelve al ataque. Lo hace en un modo apasionado, como vive la profesión, pero reflexivo, quizás más que otras veces al momento de responder. Un café cargado a primera hora, la pantalla de un computador preparados y comienza el diálogo con quien hace unos años era considerado como el próximo gran candidato a dirigir a "La Roja".

Has tenido una trayectoria como DT casi ininterrumpida, debe ser la primera vez que estás un período largo de tiempo sin dirigir. ¿Tienes ganas de volver pronto?

“La verdad es que uno se acostumbra al estar dirigiendo al borde de la cancha. Han sido año interrumpidos y después de cuatro meses, te pican las patitas para volver a entrenar. Y esperamos, si Dios lo considera así, estar pronto haciendo lo que más nos gusta”.

¿Qué es lo que más se extraña?

“Para mí, dos cosas: Uno, la relación con los jugadores, que es un tema que te nutre de energía todos los días. Lo otro, es la adrenalina y saber convivir con la presión del día domingo en la cancha para intentar ganar los partidos y lo que te genera la toma de decisiones”.

¿Qué han hecho durante estos cuatro meses con tu cuerpo técnico alejado de las canchas? Imagino que más fútbol se ve y analiza.

“Hemos estado analizando equipos que nos llaman la atención. Terminamos de hacer un análisis del Atalanta, que es un equipo que nos llama la atención por la forma de jugar, también analizamos la Copa América y Eurocopa. Ahora tenemos como objetivos analizar al Liverpool de Klopp y con Osvaldo (Alegría), que está afuera de Chile, estamos tratando de buscar una fecha para tratar de actualizar nuestra metodología de trabajo. Son nuestros focos en estos momentos. Mientras, viendo todo el fútbol chileno y lo que nos ofrecen los canales de TV”.

¿Qué tipo de cambio de metodología de trabajo estás pensando?

“Tiene relación con la forma. Nuestra base es la periodización táctica y estamos tratando de actualizar en base a información que nos ha ayudado y cursos que nos han permitido agarrar algunas cosas e insertarlas en nuestras formas. Además, tiene que ver con cosas personales de cada uno. En lo que respecta a mí, aspectos de liderazgo, relaciones con la prensa y los distintos estamentos del club. La idea es mejorar, adquiriendo mayor conocimiento”.

El proyecto que debe convencer a Mario Salas para volver

Durante este período de perfeccionamiento y tras tu salida del Wadi Degla de Egipto. ¿Qué posibilidades concretas has tenido de volver a dirigir en Chile o el extranjero y por qué no han prosperado?

“Hemos tenido posibilidades de trabajo que nos han llegado desde el extranjero y de clubes de Primera División del fútbol chileno. No han prosperado nada más que porque los clubes han optado por otras opciones, pero sí hemos tenido ofertas”.

Imagino que, restando pocas fechas para el final del Campeonato en Chile, todo se hace más complejo, pero si el próximo año algún club nacional te ofrece contrato ¿qué aspectos serían claves para evaluar?

“Me entusiasma mucho que sea un proyecto que tenga relación con la idea de luchar por un objetivo ganador, que tenga una cultura ganadora. Es importante que todos los elementos estén relacionados de forma conjunta para conseguir cosas importantes para la institución. La idea es que los proyectos sean coherentes con lo que los clubes quieren, porque a veces quieren salir campeones, pero no hacen todo lo posible para serlo. Lo fundamental es que haya coherencia y generar una cultura ganadora, con objetivos potentes, entiendo que hay equipos que pueden luchar por una corona, por clasificar a una copa. Los objetivos pueden variar, pero es relevante prepararse para ganar”.

¿Y sientes que hay en Chile clubes que puedan ofrecer eso?

“Sí, de todas maneras. Hay una cantidad de clubes que han crecido mucho, desde la conformación de las sociedades anónimas o de algunas personas, que se han preocupado más del crecimiento del club que de sus objetivos personales. Más allá de los equipos grandes, hay cuadros que están en Primera División y tienen un promedio de posicionamiento de mitad de tabla hacia arriba, que les permite prontamente dar el salto de calidad, que es lo que estamos buscando”.

Si dado el momento, un club chileno y uno del extranjero te ofrecen lo mismo en los términos que están buscando. ¿Por dónde te gustaría proyectar tu carrera?

“A lo que hemos hablado, le agregaría algo que para nosotros es fundamental y que en algún momento no lo hicimos, porque tomamos los desafíos y no analizamos minuciosamente, como debe ser. Es importante evaluar los planteles como están y si pueden condicionarse a través de la llegada de refuerzos para adaptarse a la forma de jugar que queremos. Ese es un factor o condición que tenemos que ver. Si estos dos clubes tienen paridad en todo lo que pueden ofrecer, veríamos qué es lo más conveniente para nuestra proyección como objetivo superior que tenemos para llegar a ligas importantes en el ámbito internacional”.

Las experiencias de Alianza Lima y Egipto: Lecciones para aprender

¿Esa falta de análisis que hablas es lo que les pasó en Alianza Lima y el Wadi Degla de Egipto?

“Nosotros en Alianza, cuando vamos, nos pica el bichito con este desafío de que es uno de los clubes más importante del Perú, de proyectarnos, pero no fuimos minuciosos en el análisis del plantel que había en ese entonces, teniendo muy buenos jugadores. Yo hablo de las necesidades que tenemos nosotros para implementar nuestra forma que tenemos de jugar. A esto se suma que, en nuestra llegada, una gran cantidad de jugadores extranjeros en posiciones ofensivas, se van del club y solo llega Patricio Rubio. A la par, está la salida de Aldair Fuentes. Entonces, se generó que aparte de no tener un plantel como el que queríamos para nuestra forma y la salida de jugadores, tampoco tuvimos la posibilidad de llevar a más refuerzos por un tema económico. Quizás deberíamos haber sido más exhaustivos en nuestro análisis, algo que no hicimos, porque el título de Alianza Lima es algo que seduce mucho. En Egipto, fue una apuesta, que sabíamos que sería difícil, pero una vez llegados allá, nos dimos cuenta que sería mucho más difícil de llevar para nosotros, por todos nuestros paradigmas e ideas. Éramos muy distintos a la cultura del país, no teníamos la información real. Eso nos pasó la cuenta y al final terminamos siendo despedidos”.

¿Es cierto que en Egipto no les pagaban a los jugadores sino ganaban y que ustedes solidarizaron con los futbolistas y tampoco cobraron?

“Sí, eso era cierto y es una de las cosas a las que nos costó acostumbrarnos. Nosotros entendemos el profesionalismo de otra manera, más allá de los resultados, que son importantes, pero se evalúan al final. Era bastante difícil lidiar con eso…nosotros teníamos nuestros sueldos, pero los jugadores no, entonces por una cuestión más ética, decidimos tener las mismas condiciones”.

¿Qué pasó en Perú cuando después de convertirte en ídolo de Sporting Cristal, vuelves al país, pero para dirigir a Alianza? ¿Se generó un conflicto con los hinchas?

“Claro, se generó que el público de Sporting Cristal se sintió mal por mi ida a Alianza Lima y la verdad es que, a pesar que en el día a día el hincha de Cristal nunca me lo hizo saber, lógicamente no les provocó una alegría. En general, el hincha peruano siempre nos demostró un cariño por lo logrado ahí. Lógicamente, los de Alianza no estaban alegres porque los resultados no eran buenos”.

Colo Colo y la relación con los medios: “tienes que estar preparado”

¿Qué lección sacaste del paso por Colo Colo, más allá de en lo deportivo, en lo humano?

“Fundamentalmente, la relación con los medios de comunicación. Yo creo que es importante entender, sobre todo en esos clubes grandes que tienen una repercusión como Colo Colo, que en Chile no la tiene nadie, que los entrenadores tenemos que estar preparados para esas cosas y tener la información adecuada para desarrollarse”.

¿Pero en qué va ese mejorar la relación con los medios? Desde afuera, no se ve que haya un problema tan grande.

“En el fondo es la actitud que uno tiene frente a determinadas situaciones, de ponerte el parche antes de la herida, de esa actitud un poco a la defensiva que se puede tener. La verdad es que la repercusión que tiene Colo Colo no solo es futbolística, sino que también extra futbolística. Muchas veces, en las conferencias de prensa, se hablaban más cosas de dimes y diretes”.

Pero los entrenadores, los jugadores, también son personas. ¿Se puede evitar tener una actitud a la defensiva cuando a veces son sometidos a una crítica, a veces, despiadada de los medios y los hinchas? No debe ser fácil…

“Pero tienes que estar preparado, la realidad es esa y debes tener una actitud que no genere cosas negativas dentro del plantel y de la institución. Es cierto que la prensa tiene la última palabra siempre, pero tú lo puedes encausar hacia donde quiere”.

¿Cómo ves a este Colo Colo que hoy es líder y acaba de ganar la Copa Chile?

“A este Colo Colo me encanta verlo jugar. Lo veo un equipo potente, que va a pelear por su objetivo hasta el final”.

Sobre tu paso en el club. ¿Hay alguna responsabilidad de la directiva desde el punto de vista que no había una mancomunión y siempre existieron muchos conflictos internos entre ellos?

“Yo no lo tomaría como una excusa, porque la verdad es que fue mi responsabilidad no haberle dado a Colo Colo la forma de jugar que yo quería. En algún momento como equipo, éramos demasiado irregulares y como cuerpo técnico no pudimos dar la regularidad que queríamos. El primer año cumplimos con todos los objetivos, pero el segundo en forma anticipada se nos termina. La responsabilidad mayor es la mía. Obvio que siempre que la cabeza esté clara y unida, provoca que el cuerpo funcione, como en todas las empresas”.

Revisa completa la entrevista de Mario Salas con En Cancha 

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