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Entrevista| Marco Medel tras despido de Wanderers: “No soy un cabrón. Me hubiera gustado que me dijeran las cosas a la cara”

Tras ser finiquitado este lunes, el volante habló en exclusiva con En Cancha y se defiende de los comentarios en su contra. Fue crítico con su rendimiento, pero asegura que ningún dirigente del club ha asumido su cuota de responsabilidad en el fracaso de los verdes en 2021.

A Marco Medel se le nota afectado. El volante zurdo acaba de firmar su finiquito con Santiago Wanderers en una muy breve reunión este lunes, donde su puso fin a cinco temporadas vistiendo la camiseta verde, con la que disputó 169 partidos, consiguiendo una Copa Chile en 2017 y el ascenso a Primera División en 2019.

Las sensaciones invaden al mediocampista, quien el fin de semana, luego de las declaraciones emitidas por Reinaldo Sánchez, donde dio a entender que no seguiría en el club, no pudo casi conciliar el sueño. Y es que el formado en Audax Italiano se encariñó con el cuadro porteño. Pero el desastre de esta última temporada tuvo consecuencias, que con la llegada del nuevo controlador, eran más que esperables.

¿Se imaginó ser despedido de esta forma a 15 fechas de que terminara el Campeonato?

“La verdad es que después de las declaraciones que dio el nuevo dueño del club, me esperaba esto, pero siempre estaba la ilusión que me dijeran que se equivocaron. Yo soy súper autocrítico, mi rendimiento personal no ha sido bueno, pero si no estoy haciendo las cosas bien, me hubiera gustado que el presidente me dijera las cosas a la cara, que no he andado bien y me provoquen un remezón. Pero desde que llegó el nuevo presidente ni siquiera lo conocemos, nunca se presentó frente al plantel. Es la forma de ser de ellos, no la comparto”.

¿Con qué sensación quedó cuando escuchó las declaraciones que se hicieron sobre usted de parte de Reinaldo y Matías Sánchez?

“A mí me apena, porque todos nos merecemos respeto y aquí eso no se dio. Es su forma de ver la vida quizás, es lamentable, pero yo me preparé para lo pasaría. Es malo, porque echan por la borda un tiempo de sacrificio que he realizado. Yo sé que hoy he sido criticado, pero no por eso me puedo echar a morir. Tengo más de 150 partidos en el club, y no es por nada, me lo gané en cancha. Pasaron muchos técnicos y con todos jugué, quien venía, veía que yo me entrenaba día a día, agarraba a los más chicos para que fueran a entrenar y no se quedaran en el camarín viendo el celular. Eso la gente no lo ve, pero aporta mucho al crecimiento de ellos”.

Su salida de Wanderers: “Un capricho del nuevo presidente”

¿Cuál es la explicación que le dan para sacarlo?

“Lo que yo creo es que es un capricho del nuevo presidente, porque en lo personal, se dicen muchas cosas de uno, pero los que me conocen día a día, saben el ser humano que soy, y parto por ahí, porque en la cancha, obviamente te pueden criticar por andar mal o bien y eso uno lo respeta y asume. Pero que te cuestionen que eres una mala persona o una manzana podrida, lo pueden decir mis compañeros. Yo me acabo de despedir de ellos, de los funcionarios y tengo principios. Mis padres me enseñaron que el respeto se gana con respeto, tengo humildad y siempre seré agradecido. En la reunión de ayer, pensé que iba a estar Reinaldo y su nieto, porque ellos han sido los que han hablado mucho, pero ni siquiera son capaces de darte la cara. Estuve con Rafael y el otro hijo de Reinaldo, quienes me explicaron que me voy porque no era parte del proyecto y que estaban pensando en el 2022 para foguear a los más chicos y hacer un plantel para ascender. También me hablaron del rendimiento que he tenido, que asumo que no anduve bien. Pero de arriba, nadie ha dicho que se han cometido errores”.

O sea, el descenso por parte de los dirigentes está asumido…

“Yo siempre he dicho que está la posibilidad matemática, pero lamentablemente la gente que llega ya se ve en la categoría de abajo, entonces es difícil así. Pero es la manera de ellos”.

El Mote de cabrón: “Ni Mauro, ni Pancho ni yo lo somos”

Una de las cosas que se dice de usted, Mauricio Viana y Francisco Alarcón es que eran los “cabrones” del equipo y que tuvieron injerencia directa en la salida de Víctor Rivero. ¿Es eso cierto?

“No sé qué significa ser cabrón. En todos los planteles existen jugadores grandes que llevan la batuta, hay líderes y capitanes, que tratan de empujar al grupo, porque a veces los más chicos están en una edad donde no les importa tanto el entrenarse bien y otras cosas. Yo no me considero cabrón, le pueden preguntar a los más chicos. Hoy cuando me despedí, vi llorar al Dani (González). Con todos los jóvenes me llevaba muy bien, les dije que en los entrenamientos, a veces los retaba, pero era para que vayan creciendo. Ni Mauro (Viana), ni Pancho (Alarcón) ni yo tenemos algo de cabrón. He conocido jugadores que son mala leche y te puedo decir que ninguno de los tres lo somos, mis compañeros también lo pueden decir. En cuanto a lo de Víctor, fue una situación en que el club vio que no daba para más y se determinó que se fuera, yo soy un empleado más, y así se vio reflejado ahora último. A uno le puede gustar o no el trabajo del técnico, pero siempre está tratando de remar para el mismo lado. Nunca he sido de los que acuchillan. En este grupo, siempre que vimos que uno se desviaba para otro lado, nos dijimos las cosas a la cara”.

¿Descarta totalmente que haya existido una reunión con Rafael González para pedir la salida de Víctor Rivero?

“Nunca hubo una reunión. Rafael González siempre nos preguntaba cómo veíamos al equipo, pero como lo hacen todos los presidentes de los clubes en los que he estado. Más allá de eso, uno no se mete en las declaraciones que ellos toman”.

La campaña que tiene al equipo condenado: “Desde el comienzo se hicieron las cosas mal”

¿Cómo se explica el desastre que ha sido esta campaña en la temporada 2021?

“Desde comienzos de año creo que se empezaron a hacer las cosas mal y eso es notorio por la baja de presupuesto. Veníamos con un plantel que se consolidó en Primera y con menos recursos que los demás rivales. Estuvimos a poco de clasificar a una Copa, que fue muy meritorio. Con Miguel Ramírez tuvimos unos años extraordinarios, él sacó lo mejor de cada uno. Pero se fueron jugadores importantes como Rotondi, Enzo Gutiérrez, Cerezo, Matías Fernández, que nos ayudaban mucho. Yo creo que los más chicos siempre van a crecer con buenas personas y buenos jugadores al lado y creo que fue un error haber bajado el presupuesto y pensar que diez juveniles nos iban a hacer pelear algo. No se les puede cargar a ellos, porque este es un deporte de mucha presión. Los rendimientos personales de cada uno no fueron los óptimos, y parto por mí, pero nunca nadie salió diciendo que arriba se hicieron mal las cosas y habían tomado malas decisiones. Nosotros somos los que siempre pusimos el pecho a las balas”.

En definitiva, ¿Quiénes son los responsables de la actual campaña de Wanderers?

“Los jugadores somos el reflejo visible semana a semana de un proyecto deportivo, pero creo que acá los responsables somos todos, desde el presidente hasta el último funcionario del club. Una de las cosas que yo le valoro a Miguel Ramírez era que él estaba pendiente de que al jugador no le faltara nada, que el agua saliera caliente, que las canchas estuvieran regadas. Pero esas cosas se fueron perdiendo. Hay un montón de errores que llevaron a esta campaña tan mala. A veces uno como futbolista se pone una mochila más grande de la que debe. Estuve mal estos últimos meses, porque me cuestionaba cosas tratando de buscar soluciones y no las encontraba. Ahora espero que donde vaya pueda volver a ser feliz”.

Pese a lo ocurrido estos últimos meses, jugaste más de 150 partidos en Wanderers. Fuiste campeón de Copa Chile y lograste un ascenso. ¿Con qué sensación quedas al salir de esta forma?

“La verdad es que los últimos días fueron complicados. Tuvimos fin de semana libre y no lo disfruté para nada por las declaraciones que dio el presidente. En lo personal, no me creo ni un ídolo ni nada, pero me siento sumamente valorado por mis compañeros, por los funcionarios del club, los utileros, el doctor, la gente de cadetes, porque nosotros los ayudábamos mucho. Me voy con tristeza, pero también tranquilidad por todo lo que jugué, porque le di dos títulos al club y obviamente me llevo eso en el corazón. Acá se va un hincha más, no soy wanderino totalmente, porque soy del Audax, pero sí mis dos hijas más chiquitas son caturras de corazón. Nacieron y crecieron acá. Son hinchas de Wanderers y aprendieron a conocer el club. Donde vayamos, estaremos pendiente de los partidos y el fútbol da muchas vueltas, quizás nos volvamos a encontrar”.

¿Qué mensaje el dejarías a los hinchas de Wanderers en tu despedida?

“El mensaje es de agradecimiento. El hincha de Wanderers es muy apasionado y diferente al de otros clubes. Gracias por el cariño y el respeto, vez que estuve en Valparaíso, me demostraron su cariño. Ojalá en algún momento nos volvamos a encontrar”.

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