Bien sabe Alfonso Parot de enfrentar tiempos difíciles. A los 13 años, en las inferiores de Universidad Católica, le dijeron que no era tan bueno como centrodelantero -el puesto en el que jugaba desde que había llegado a San Carlos- por lo que era mejor que cambiara de puesto. Y tuvo que aprender a ser lateral izquierdo.
Ya como jugador del primer equipo, en tanto, y después de haber ido a préstamo a Ñublense y de ser campeón con los cruzados de la mano de Juan Antonio Pizzi, el nuevo entrenador de la UC, Mario Salas, le dijo que no contaría con él simplemente porque tenía alternativas mejores. Y para rematar, Parot reconoce que tuvo un período de dudas sobre si quería seguir jugando fútbol ("entrenaba a medias y me cuidaba poco"), que finalmente las superó y logró consolidarse, jugar fuera de Chile, llegar a la selección y hoy ser uno de los referentes precisamente de la UC.
"Me di la vuelta larga, pero al final todo eso me fortaleció", dice Poncho. "Yo amo a la UC y por eso las veces que me han pedido de regreso siempre me he venido a ojos cerrados, pero me hizo bien conocer otras realidades. Cuando estuve en Ñublense me di cuenta de las diferencias que había en infraestructura y comodidades. Y estando en Huachipato, que es un club de lujo, me formé mejor como jugador gracias a Miguel Ponce…".
-Usted tenía fama de ser bueno para la patada sin asco, a la altura de la medallita…
“Jajaja, es cierto. Y todavía soy de ir fuerte, pero fíjese que no tengo tantas tarjetas en el último tiempo. En Huachipato aprendí a jugar más en el puesto con el profe Ponce que actuaba en esa posición cuando era jugador. Anduve tan bien, que después el propio Mario Salas me pidió quedarme en la Católica de vuelta del préstamo. Salas me sacó y me devolvió a la UC”.
Época “canalla”
-Usted participó en el bicampeonato logrado por Mario Salas en la UC, pero después se fue a Rosario Central. Parecía que iniciaba una carrera internacional, pero de nuevo volvió a la UC. ¿Fue la mejor decisión?
“Todo se fue dando. Creo que mi experiencia en Central fue muy buena. De hecho, fui campeón de la Copa Argentina. Pero llegó un entrenador nuevo y parece que quería otro lateral. Digo parece porque creo que finalmente no llegó ninguno. Como parecía que yo no era de su gusto empecé a ver opciones y cuando me llamaron de la UC dije altiro que sí porque amo este club. A poco de firmar, supe que Estudiantes de La Plata había preguntado por mí, pero yo ya estaba de vuelta en la Católica y feliz. No me arrepiento”.
-¿Pero no cree que con ello cerró la puerta a volver a jugar afuera? Usted ya pasó los 30 años…
“No pienso eso. Tengo 31 años y veo que Matías Dituro, con 34, se fue a España. La verdad, no creo que hoy en el fútbol el factor edad sea determinante. Lo que importa es el rendimiento. Siento que, si vuelvo a mi mejor nivel, tendré la oportunidad de salir de nuevo. Depende de mí generarme esa opción”.
Seguir de ganadores
-Reconoce usted entonces que su rendimiento hoy no es el mejor…
“Por supuesto. Lo tengo claro. Soy muy autocrítico y por eso estoy concentrado en volver al nivel que tuve”.
-De hecho, usted estuvo en la selección con Reinaldo Rueda. ¿Ve la opción de volver con Martín Lasarte?
“Es mi objetivo, pero debo mejorar mucho. La tengo difícil. ¿Vio cómo volvió Eugenio Mena a la selección en la Copa América? Hecho una fiera. No está fácil disputarle el puesto”.
-Su rendimiento hoy no es el óptimo. Y el de la Católica en general tampoco lo es. ¿Qué pasa hoy en el equipo que sentó diferencias grandes en los últimos años?
“No estamos pasando por un buen momento y lo sabemos. Estamos conscientes de que necesitamos afiatarnos mejor y concentrarnos. Nos está sucediendo que nos generamos ocasiones de gol y no convertimos y, al revés, nos generan una o dos y son goles rivales, como nos pasó con la U. Eso es pura falta de concentración y de eficiencia”.
-Derechamente se dice que el mensaje del entrenador Gustavo Poyet no les ha llegado bien. Que les confunde que cambie tanto el equipo, que muchos no se sienten cómodos y que ha habido roces entre él y algunos jugadores. Parece que no están tranquilas las aguas en la UC…
“Siempre se generan esa clase de rumores cuando las cosas no andan del todo bien. Eso lo asumo como algo normal, porque se buscan explicaciones. Pero, de verdad, yo siento que todos estamos bien enfocados. No hay confusiones de nuestra parte. Ni del entrenador, ni de nosotros. A Poyet le entendemos todo. Solo falta aplicarnos más”.
-Poyet si bien es uruguayo, tiene formación europea como DT. ¿No es más frío y distante que los entrenadores que habitualmente hay por estos lados?¿ No será eso lo que les incomoda?
“Poyet viene de Europa, pero, de verdad, es súper uruguayo en todo. Toma mate a cada rato, jajaja. Además, es un DT cercano, nos habla y aconseja mucho. La gente tiene una visión distinta desde afuera a la que tenemos nosotros adentro. Con él, no hay conflicto. Él siempre nos pregunta qué nos parecen ciertas cosas. Nos pide feed back ”.
-Pero usted tiene un preparador físico personal. ¿No le molesta eso al cuerpo técnico?
“Lo del PF personal es algo ya habitual en los futbolistas. Yo trabajo con Mauricio González por cosas muy específicas y el cuerpo técnico de la Católica está al tanto en detalle de lo que hago. No hay problema”.
-¿Y la relación entre los jugadores? Hay mucha competencia y mucho cambio. Usted, por ejemplo, debe pelearla con Juan Cornejo.
“Sí, pero es algo que nos fortalece. Con Juanito sabemos que en cada entrenamiento debemos demostrar que somos los dueños del puesto, pero eso no crea dificultades. Al contrario, nos estimula”.
-¿Están de verdad para lograr el tetracampeonato?
“Estamos para pelear el título, sin ninguna duda. Con todo lo que se ha dicho de nosotros, igual estamos ahí, en el grupo de los líderes y queda harto campeonato por delante. La vamos a pelear”.
-¿Qué rivales ve como los más bravos?
“Los que están ahora arriba. Unión La Calera ya hace tiempo que está entreverado en la lucha de arriba y pienso que este año va a ser igual de competitivo. Y claro, Colo Colo y la U si están ahí, la van a poner difícil para todos. Pero nosotros también. Queremos seguir siendo ganadores, pero sabemos que debemos mejorar mucho. Y lo vamos a hacer”.