Entrevistas

Entrevista | Luciano Aued ad portas de ser chileno: "Tengo claro que vivo en un sector que no es la realidad del país"

En una distendida charla con En Cancha, el volante de la UC habla sobre cómo superó sus problemas cardiacos, el presente de los "Cruzados" y sus deseos de conseguir la nacionalidad. "No lo hago para liberar un cupo", avisa.

En la UC han visto el mapa, se han ubicado y, nuevamente, están en la ruta correcta. Los "Cruzados" de Ariel Holan han vuelto a mostrar un buen fútbol, y ahora se ilusionan con alcanzar un cupo a la Copa Libertadores, uno de los grandes objetivos que quedan en San Carlos de Apoquindo.

Uno que dio una mano importante en este segundo semestre fue Luciano Aued (35 años), referente de los precordilleranos que debió estar al margen en la primera mitad del año debido a los problemas cardiacos que se le detectaron en el club.

"Al principio no lo quería creer, y ahí estuve mal, porque lo primero que tiene que hacer uno es aceptarlo. Traté de pensarlo al revés. Me decía: '¿Por qué no me puede pasar a mí?' Obviamente, siendo deportista es aún más duro responderse eso, porque se supone que hay muchas cosas a favor mío. Pero bueno, me tocó, es algo hereditario y hay que agradecer que por suerte se detectó a tiempo. No pasó a mayores y eso es bueno. Ahora que lo pienso, me pudo haber costado la vida", le cuenta en un distendida conversación a En Cancha.

"Hoy estoy bien, muy feliz, la verdad, después de atravesar un momento duro, donde no tenía la certeza de si iba volver a jugar. Estoy disfrutando el estar dentro de una cancha, más allá de las exigencias de un equipo como Católica". añade

-¿Cómo hiciste para no venirte abajo con una noticia así?

Estaba seguro de que algún día iba a volver y tuve la suerte de que todos los que me rodearon pensaban de la misma forma. Todos estaban convencidos de que iba a salir de esta y eso me ayudó mucho. Me mantuve positivo, con el objetivo claro de volver. Digerí todo muy rápido. A los pocos días ya estaba dentro de un quirófano, donde me estaban destapando la arteria que me daba problemas. Cuando me dijeron que todo salió bien, comencé a asimilar los plazos.

-¿Cuánto tiempo te dijeron?

Me dijeron seis meses, pero fueron cinco, creo que por mis ganas de jugar. A los diez días estaba corriendo y al mes y medio ya estaba entrenando a la par de mis compañeros. Con el club fui muy claro. Les dije que quería jugar con un casco y que si me pasaba algo yo me hacía responsable. Obviamente no accedieron, porque querían estar totalmente seguros de que no me iba a pasar nada. Si hubiese sido por mí, a los dos meses hubiese vuelto. Es un poco mi forma de ser. Insistí tanto y me vieron tan bien que la segunda intervención que me hicieron se adelantó y por suerte salió todo bien.

-Y cuando volviste a jugar, me imagino... fue como debutar en Primera.

Sí, se te pasan un montón de cosas por la cabeza. El tiempo que luchaste, lo duro que fue, el recuerdo de mi viejo que también tuvo esta enfermedad y que le costó más por el estilo de vida que llevaba, mi familia, mi hija, mi señora, mi mamá, mis hermanos... Se juntó todo. Fue una emoción muy grande. El apoyo de los compañeros, del club y, sobre todo, de los hinchas, que no solo de local me ovacionaban. Me tenían presente siempre y eso me ayudó a recuperarme. Se dio un combo hermoso de volver a disfrutar lo que más amo hacer. Hoy puedo decir que estar dentro de la cancha te da vida.

Una Universidad Católica alejada de los primeros lugares

-¿Para qué está esta Católica? Habían acostumbrado al hincha a estar siempre primeros y parecía tan fácil. Hoy se dan cuenta que no.

Sí, este año no fue como los anteriores porque no hicimos las cosas a la altura que debimos hacerlo, y eso implica que todos los protagonistas de ese proceso bajamos nuestro nivel. Hay que ser autocrítico. A mí no me tocó estar el primer semestre y vi todo desde afuera, con más calma, y pienso que sucedieron cosas que no habían pasado antes y que conspiraron con el objetivo futbolístico: cambio de técnico, de jugadores en el plantel, hacer noticia por cosas extrafutbolísticas... Todas esas cosas hicieron que estemos en el lugar que estamos. Hoy estamos retomando el camino correcto.

-Se les fueron jugadores importantes además, entre ellos, Marcelino Núñez y Diego Valencia, que naturalmente querían seguir creciendo. ¿Les diste algún consejo desde tus años de experiencia en el fútbol?

La verdad es que me puso muy contento el salto a Europa que dieron. No es fácil. Yo no tuve nunca esa experiencia y me imagino que debe ser lo máximo. Los chicos trabajaron siempre de una manera extraordinaria, nunca se salieron de foco. Cuando vienen posibilidades así, hay que tomarlas. Diego está jugando, entra siempre, y Marce ni hablar, siempre titular y lo está haciendo muy bien. La idea es que se vayan así al fútbol europeo. Creo que el próximo en salir será Nacho (Saavedra), porque tiene un gran nivel y está ahí, a un paso de emigrar. Me pone contento porque los vi debutar y hoy están al más alto nivel. Siento que aporté un pequeño granito en sus crecimientos.

-La Copa Chile le sigue siendo esquiva a esta Católica tetracampeona. ¿Hoy es un objetivo primordial, tomando en cuenta que también puede ser la puerta de entrada a la Copa Libertadores?

Sí, porque hace rato que el club no la gana. Es una realidad. La verdad es que siempre fue un objetivo, pero no se nos ha dado. El 2020 estuvimos más cerca, con Ariel justamente, donde llegamos a semifinales. Pero no descuidamos el Campeonato Nacional, porque tengo la convicción de que el equipo va a pelear por entrar a las copas allí. Estamos evolucionando. Pero sí, la Copa Chile es un título importante que nos gustaría darle al club. Católica tiene que jugar todos los años copas internacionales.

Luciano Aued: la búsqueda de la nacionalidad chilena

-Llevas en Chile un poco más de cinco años. Algunos se nacionalizan para liberar un cupo, otros por amor al país. ¿Se te ha pasado por la cabeza esa posibilidad? 

Sí, de hecho ya inicié el trámite. Lo hice con el club, un poco por todo lo que he vivido. Desde que llegué me han tratado muy bien, me gusta el país, mi hija nació acá, es chilena y la pasa de maravilla. Ahora, tengo claro que vivo en un sector que sé que no es la realidad del país. No es lo común, lo sé. Tengo la suerte y el privilegio de vivir en un buen lugar, donde puedo estar tranquilo con mi familia y pasarlo bien. Sé que el país tiene otros problemas, que quizás uno desde la posición en la que está le cuesta ver. Pero bueno, inicié el trámite porque siento una comodidad muy grande en Chile.

-¿Cuándo podrías recibir esa carta de nacionalización?

No lo sé, es un proceso que sé que es engorroso, que dura varios meses, pero lo importante es que ya di el primer paso. Vi por ahí que por tener a mi hija chilena, que ya tiene cuatro años, se me puede hacer un poco más fácil. Sé que ayudaría al club con el tema de los cupos, pero no lo hago por eso, sino por un tema de sentirme bien con mi familia en el país.

-¿Que pienses en ser chileno abre una puerta para poder continuar en la UC el próximo año?

Con el club tengo una relación excelente y jamás forcé nada. Nunca lo hice en mi carrera. Si me quedo es porque siento que quieren que me quede, que me ven parte de un proyecto y de que puedo ayudar. Si no, se lo dije siempre a Juan Tagle o al Tati (Buljubasich), que el día que no quieran contar más conmigo, que me den la mano y hasta ahí llegamos. El club no me debe nada a mí y yo no le debo nada al club, los dos nos brindamos siempre al máximo. Conversaremos a fin de año, se harán los balances, se evaluará y allí veré si sigo acá, en otro club de Chile o vuelvo a Argentina. Cuando llegue el momento se verá. Donde me toque estar, quiero ser útil. La prioridad lógicamente siempre la tendrá Católica.

VIDEO | Con participación estelar de Víctor Méndez: La jugada que le dio el gol al CSKA de Moscú en la Copa de Rusia

Tags

Lo Último

Más de EnCancha

Recomendados