Una de las buenas noticias que recibió el fútbol chileno a fines del 2023 fue su elección como sede del Mundial sub 20, que tendrá lugar en 2025 y tendrá en nuestros pastos a los mejores jugadores de proyección del fútbol mundial, sin embargo, aún queda un tema no menor por definir: las sedes.
El desarrollo del certamen en Chile ha generando importante interés en las principales ciudades del país, que ven la opción de recibir partidos del campeonato como una oportunidad de potenciar el turismo y dar a conocerse mundialmente, razones suficientes para que la lista sea larga.
Según información compartida por El Mercurio, Arica, Iquique, Antofagasta, La Serena, Coquimbo, Viña del Mar, Valparaíso, Rancagua, Talca, Curicó Concepción, Talcahuano, Temuco y la Región Metropolitana presentaron interés formal por ser anfitriones durante el Mundial y con el tiempo corriendo, la decisión no debería tardar mucho tiempo más.
El matutino asegura que la ANFP ya armó una Comisión Mundial 2025 que trabajó en la recepción de propuestas y durante estos días llegará la primera comitiva de FIFA para la inspección inicial de los estadios.
Con el Estadio Nacional como sede absolutamente confirmada, llegará la hora de determinar a quiénes les cae la “suerte” de la fiebre futbolera.
El clima, un factor que podría inclinar la balanza
El cuaderno de cargos que propone la FIFA para ser una de las sedes de un Mundial tiene que ver con tener estándar FIFA, tipo de césped, iluminación, conectividad aérea y terrestre, hotelería y centros de entrenamiento. Una lista que cumplen la mayoría de los postulantes, pero que se podría determinar por un “factor fantasma”.
Hablamos del clima, pues una de las preocupaciones del ente rector del fútbol mundial es que los torneos se desarrollen sin mayores inclemencias climáticas y al estar agendado a mitades de año, coincidirá con el invierno chileno.
Este escenario haría que lugares como Concepción o Temuco pierdan terreno, más pensando en que el certamen se desarrollará una vez terminada la temporada en Europa y con el condicionante de que los clubes no tienen la obligatoriedad de ceder a los deportistas.