Harold Mayne-Nicholls no seguirá con su cargo de vicepresidente ejecutivo en Blanco y Negro y este martes será su último día en Colo Colo, tras llegar el 2018 de la mano de Aníbal Mosa. Fue el mismo presidente del club quien tomó esta determinación, luego de las diferencias que se generaron entre ambos, durante la última sesión extraordinaria de directorio, el 18 de marzo.
Según informó El Mercurio, el quiebre de la relación entre ambos se generó en la contratación del defensa extranjero que pidió Gustavo Quinteros, para reemplazar la partida de Julio Barroso y así tener mayores alternativas en la retaguardia. El expresidente de la ANFP no compartía esta petición, ya que quería buscar darle tiraje a la chimenea con Daniel Gutiérrez, mientras que Mosa estaba a favor del técnico.
Esta situación habría roto la buena relación entre ambos, teniendo en cuenta que ya existían desencuentros por la idea de Mayne-Nicholls de potenciar el trabajo de series menores hacia el primer equipo en vez de traer refuerzos del exterior. De hecho, la solicitud del zaguero extranjero también fue rechazada por el integrante del bloque Vial, Alfredo Stöhwing, el que pese a ser opositor del grupo que componen Mosa y el exfuncionario FIFA, apoyó a este último.
Finalmente, este escenario sepultó las opciones de Harold Mayne-Nicholls para seguir como parte del directorio con el empresario puertomontino y en las elecciones que se llevarán a cabo hoy Mosa se repostularía con Paul Fontaine y Eduardo Loyola, mientras que por el bando contraría irán Stöhwing, Carlos Cortés, Diego González y Ángel Maulén. En tanto, por el CSD Colo Colo, Edmundo Valladares y Edison Marchant serán los que buscarán el sillón presidencial.
Cabe señalar que tras todo este enredo, Emiliano Amor, refuerzo argentino llegó como el último refuerzo de Colo Colo de cara a la presente temporada, lo que explica que la postura de Aníbal Mosa se concretó en desmedro de la que pensaba Mayne-Nicholls.