Colo Colo vive un verdadero renacer futbolístico respecto a la campaña anterior, donde pelearon por no descender a Primera B hasta el último partido de la temporada, pero el caso positivo detectado en el plantel vino a ponerle un freno al alza deportiva de los albos.
En Macul quedaron helados cuando supieron que las autoridades sanitarias declararon a 17 jugadores del plantel como contactos estrechos del afectado, quedando imposibilitados de jugar el próximo partido ante Ñublense en Chillán.
Y aunque la ANFP declaró a inicio de temporada que, en caso de brote al interior de algún plantel, los partidos se jugarían sí o sí hasta con juveniles, en el elenco dirigido por Gustavo Quinteros aún se aferran a la posibilidad de que el partido ante los "Diablos Rojos", programado para este sábado a las 18:00, se suspenda.
Resulta que pese a que el ente rector del fútbol chileno mantiene una postura firme respecto a la no suspensión de los encuentros para no apretar aún más el calendario, lo cierto es que la última palabra la tiene la Seremi de Salud. En aquella cartera tienen la potestad de prohibir un evento deportivo si consideran que representa un riesgo para la salud pública, y a eso apuntan en el "Cacique".
De hecho, de no haber novedades respecto al tema en las próximas horas, Colo Colo presentaría ante los chillanejos con un equipo fuertemente diezmado y plagado de juveniles, reduciendo considerablemente la opción de quedarse con los tres puntos en el Estadio Nelson Oyarzún para seguir prendidos en la parte alta de la Tabla de Posiciones.
Cabe recordar que, según lo dispuesto por las autoridades sanitarias, un contacto estrecho podría quedar en aislamiento hasta 10 días, por lo que el problema que aqueja a los albos podría extenderse hasta el partido contra Palestino, fijado para el sábado 8 de mayo en el Estadio Monumental. Oscuro panorama para el "Popular".