Unión La Calera se defendió por la demanda que interpuso la empresa Parques Johnson, que le estaba prestando servicios en sus canchas de entrenamiento, y que acusó a los "cementeros" de facturas impagas, pidiendo incluso su quiebra.
Luego de haber señalado que solicitar la bancarrota era prácticamente una idea descabellada, el cuadro de la Quinta Región profundizó a través de un comunicado los argumentos de su defensa, y entregó algunos detalles de lo sucedido.
"Unión La Calera cumple en informar que los trabajos realizados por la empresa contratada fueron sumamente desastrosos y mal planteados desde un inicio y que no ayudaron en nada a solucionar la serie de inconvenientes que se presentaron en el Centro de Entrenamientos del Club", comenzaron señalando.
"Desde un principio del vínculo existieron problemas con dicha empresa, cuando siendo ellos los responsables en la materia plantearon un sistema de desagüe del predio inviable, cuestión que trajo diversos problemas como inundación, no solo en las canchas, sino que con los vecinos colindantes al mismo", añadieron.
Además de esos problemas, hubo conflictos con la siembra de nuevo pasto, alta salinidad en el agua con que se regaban las canchas y hasta la aplicación de ácido fosfórico que, de acuerdo a la versión calerana, terminó por destruir el sembrado.
"A la fecha, los trabajos se tuvieron que realizar con otra empresa y recién en febrero de este año, las canchas están volviendo a su nivel", finalizó la institución, asegurando que invirtió cerca de 400 mil dólares en un trabajo mal hecho.
Así quedaron las canchas de La Calera:
