Corría el minuto 49 del partido entre Universidad Católica y Everton de Viña del Mar y el volante ruletero Juan Cuevas saca un centro desde el sector derecho y con la inercia del movimiento golpeó al mediocampista cruzado Ignacio Saavedra.
El árbitro del partido, Cristian Garay, amonestó con tarjeta amarilla al capitán de los viñamarinos. Sin embargo, fue llamado por el VAR y tras revisar la jugada cambió su decisión y a los 50 minutos expulsó a Cuevas por la jugada que generó polémica, ya que el jugador no tuvo la intención de cometer falta al canterano de la UC, sino que, finalizó la jugada con un centro.
La expulsión generó el enojo del banco de Everton, donde su entrenador Francisco Meneghini y sus ayudantes no podían entender la decisión que había tomado Garay de expulsar a Cuevas por una jugada que parecía netamente de fútbol.
Pero el que estaba más ofuscado era el propio jugador, quien las emprendió contra el cuarto árbitro y señaló que en cámara lenta todas esas jugadas son expulsiones. No obstante, antes de dirigirse a camarines lanzó una frase que fue captada por la señal oficial donde fue claro con su mensaje: "Necesitaba ganar Católica, ya está", aludiendo a una posible ayuda arbitral a favor de la UC.
Lo más paradójico es que, pese a la expulsión, Everton terminó ganando el partido por la cuenta mínima gracias al gol de Lucas Di Yorio, minutos después de quedar con 10 jugadores los ruleteros.