Cobreloa vive una verdadera crisis económica que viene desde la anterior administración, que tuvo al club al borde del descenso a Segunda División durante la temporada pasada. Sin embargo, los loínos no son los primeros que sufren financieramente. Incluso, hay varios casos que son habitualmente recordados en el fútbol chileno.

Sin duda el más emblemático fue el de Colo Colo en 2002. Luego de varios años de mala gestión, los albos fueron declarados en quiebra por una deuda de 22 mil millones de pesos, que obligó a rematar una serie de bienes, como la sede del Club Social. A pesar de este complejo panorama, el "Cacique" consiguió ser campeón del Torneo de Clausura de dicho año, donde vencieron a la UC en la final de los playoffs con un equipo cargado de jugadores jóvenes formados en el Estadio Monumental y un par de referentes, como Marcelo Espina y Marcelo Barticciotto.

A raíz de esta situación es que llegó Blanco y Negro a tomar el control de la institución. En 2005, la sociedad anónima concesionó todos los activos por 30 años a cambio de pagar todas las deudas, lo que en 2006 terminó por levantar la quiebra.

El sufrimiento lila

Deportes Concepción también fue víctima del manejo dirigencial de Fuerza, Garra y Corazón S.A.D.P. en 2016, luego de que un incendio en las dependencias del club dejará al descubierto el brutal endeudamiento del "León de Collao". Los jugadores lilas tenían una serie de sueldos impagos que obligó a la ANFP a correr con dichos dineros para evitar un paro de futbolistas.

Tras estos antecedentes, se llevó a cabo un Consejo de Presidentes para votar la desafiliación de los penquistas, que fue aprobado con 38 votos a favor y cuatro abstenciones (Colo Colo, Universidad de Chile, San Marcos de Arica y Barnechea). De esta forma, el club tuvo que comenzar desde cero en la Tercera División B (quinta categoría del fútbol chileno), mientras que su vuelta al profesionalismo se produjo en 2019.

El infierno de Naval

Naval de Talcahuano es otro de los más recordados casos de problemas económicos. Incluso, recién en este 2022 fueron aceptados para volver a la actividad en la Tercera División B tras cuatro años sin jugar. En 2017, el "Ancla" fue desafiliada por una serie de deudas con sus jugadores y los hinchas han tenido que esperar cuatro años para volver a ver al equipo de sus amores.

De hecho, los "Choreros" hicieron las gestiones para jugar en la temporada 2019, pero la ANFP y la ANFA se lo impidieron por mantener pagos pendientes con algunas identidades y futbolistas. Sin embargo, la espera llegó a su fin y en este 2022 jugarán en la quinta categoría del fútbol chileno.

En tanto, Cobreloa ha realizado una serie de acciones para pagar los 600 millones de pesos de deuda, y hasta llamaron a los hinchas a colaborar con aportes voluntarios para saldar sus montos, lo que llama a la esperanza de Óscar Wirth, director deportivo de los loínos.

"Todos los días que pasan son motivos de una esperanza, pero es difícil de un día a otro. La gente que está a cargo lleva recién cuatro meses en el club y con competencia de por medio. No es fácil, para el que entiende un poco lo que es el fútbol, sabe que no es fácil llevar un equipo así como va en este momento, pero está la confianza de que los resultados positivos van a ser muchos más que los negativos", indicó en conversación con En Cancha.

VIDEO| El increíble gol olímpico de Karen Araya en el triunfo de Sevilla sobre Eibar

abre en nueva pestañaabre en nueva pestañaabre en nueva pestaña