Pablo Aránguiz tiene un complejo futuro ante la polémica que lo mantiene marginado de Ñublense. El volante de 26 años incurrió en una falta de respeto con el cuerpo técnico de Hernán Caputto y por ello el mismo entrenador decidió dejar de considerarlo para lo que resta de Campeonato Nacional, lo que deja en duda qué sucederá con la carrera del futbolista. A pesar de que Universidad de Chile tiene un porcentaje de su carta, no volverá a los azules.
Según la información recabada por En Cancha, la estadía de Pablo Aránguiz en Ñublense puede concluir antes de tiempo y rescindir su contrato con los chillanejos antes de su finalización, a fines de diciembre de 2023. A pesar de que su vínculo está por expirar, el conjunto sureño optaría por cortar sus relaciones con el futbolista de manera anticipada.
Ello dejará a Pablo Aránguiz en el limbo, ya que a pesar de que Universidad de Chile tiene un porcentaje de sus derechos económicos, no tiene los federativos, por lo que no hay vínculo contractual entre ambas partes. Ello lo dejaría en libertad de acción para buscar club en la temporada 2024, aunque queda en duda qué club se aventurará en acoger al problemático volante.
Cabe destacar que Pablo Aránguiz ya había tenido un acto de indisciplina en la actual temporada. En mayo, los futbolistas de Ñublense recibieron permiso para trasladarse desde Chillán a sus domicilios electorales por la votación de Consejeros Constitucionales, pero el formado en Unión Española no respetó el pacto que tenía con el cuerpo técnico, en aquel entonces, de Jaime García.
Junto a Manuel Rivera no habrían llegado en buenas condiciones al entrenamiento y por ello Pablo Aránguiz fue marginado del plantel. Un primer antecedente de lo que sería su compleja estadía en Paso Alejo y que le costó salir del equipo por un largo tramo. En aquella ocasión, el DT de los chillanejos no quiso detallar por qué tomó su decisión, expresando: “los códigos son sagrados”.
De un millonario traspaso a cortado en Ñublense
La actualidad se torna grisácea para Pablo Aránguiz, jugador que ilusionó con ser parte del recambio en el fútbol chileno y La Roja luego de su irrupción en 2016. Luego de una gran temporada y un 2017 fructífero, el volante fue vendido por 1,2 millones de dólares al Dallas FC de la MLS, lo que suponía una carrera de éxitos para el oriundo de Recoleta.
No obstante, tras 20 encuentros con el elenco estadounidense y un breve préstamo en Unión Española, decidió volver al país definitivamente para jugar por Universidad de Chile. Su arranque fue prometedor y disputó 45 compromisos entre 2020 y 2021, pero las lesiones y el poco cuidado de ellas lo terminaron sentenciando a salir del club que lo había comprado por 700 mil dólares.
En los azules no tuvo mayores problemas fuera de la cancha, hasta fines de 2022. A poco de que finalizara el Campeonato Nacional, en octubre de dicho año Pablo Aránguiz se vio involucrado en una agresión contra un guardia de seguridad de un club nocturno. A pesar de que el problema no pasó a mayores y el jugador pidió perdón por lo realizado, sentenció su salida de Universidad de Chile para jugar en Ñublense.
A menos de un año de su arribo a Chillán, todo pareciera estar finalizado para Pablo Aránguiz. No tiene destino seguro, pero sí hay algo confirmado: no volverá a jugar por Ñublense. El elenco dirigido por Hernán Caputto afrontará la recta final del torneo sin el volante -tampoco era considerado antes de la indisciplina-, teniendo como próximo objetivo enfrentar a Deportes Copiapó, duelo pactado para el domingo 26 de noviembre, desde las 20:30 horas, en el Estadio Luis Valenzuela Hermosilla.