Colo Colo disputará este fin de semana una nueva edición del Superclásico ante Universidad de Chile, y uno que dejó una huella importante en ese tipo de partidos fue Jason Silva, quien terminó preso en una ocasión tras pisar una bandera de los universitarios, y que hoy, tras años alejado de las canchas, encontró club.
El volante engrosará las filas del Real San Joaquín, de la Segunda División Profesional y ya fue presentado en la institución. Este será el séptimo club en la carrera del jugador, tras vestir las camisetas de Palestino, Colo Colo, Deportes Antofagasta, Unión La Calera, San Marcos de Arica, Apollon Limassol (Chipre) y Santa Rita (Ecuador), su última experiencia en el profesionalismo en el año 2020.
Su mejor rendimiento lo alcanzó en Palestino, donde tras destacadas campañas (estuvo en tres periodos en la institución) llegó a vestir la camiseta alba, y también a jugar en el fútbol chipriota, donde incluso tuvo la oportunidad de disputar la Europa League en la temporada 2017/2018.
Los problemas con la justicia
La carrera de Silva ha estado marcada por las indisciplinas y los conflictos con la justicia. En 2019, tras dejar San Marcos de Arica, fue detenido por manejar en estado de ebriedad, con una licencia falsa y, además, por intentar sobornar a la autoridad.
Sin embargo, los hechos más graves llegarían más tarde, ya que en 2020 fue detenido por la PDI en marco de la "Operación Clon". El volante era parte de una banda dedicada a realizar "portonazos" y "encerronas", siendo condenado y obligado a cumplir con arresto domiciliario.
El mediocampista llegará a reforzar con un equipo que "coquetea" con los últimos lugares en la Segunda División Profesional, ya que se encuentra a solo dos puntos del colista, Independiente de Cauquenes. El próximo encuentro, y el probable debut de Silva, serán el sábado 30 de julio ante Deportes Concepción.
