La UC cayó ante la Unión Española y en la banca mostraron su descontento. El descontrol fue tal que Gustavo Poyet se fue amonestado y Diego, su hijo, expulsado, por una vez más perder los estribos en una situación adversa del equipo.
Y más allá de las acusaciones de xenofobia por parte de los Poyet en contra del asistente Juan Serrano, esto no es primera vez que ocurre. Primero fue ante Ñublense, en el sur, en el primer partido en el Campeonato Nacional, y luego ante Nacional por la Copa Libertadores, por pelearse de manera desmedida con Andrés D'Alessandro.
Y justamente de esta última ocasión se conoció hoy la sanción que la Conmebol decidió aplicar. Según informó La Tercera, el menor de los Poyet no podrá estar frente a Atlético Nacional y el club deberá cancelar 1.500 dólares (poco más de un millón de pesos).
"No me pueden decir que quise echar a alguien, me comí yo la roja y siguió todo igual. Me tengo que tranquilizar, es la segunda vez que me echan", dijo en aquella oportunidad.
Esta es la primera vez que la "gracia" de Diego le cuesta caro a los "Cruzados", pues en la primera expulsión en el Estadio Nelson Oyarzún sólo fue suspendido por un encuentro, aunque se espera que la reincidencia en esta ocasión endurezca un poco la pena. El Tribunal de Disciplina analizará este martes el caso del ayudante del DT.
En lo inmediato, la UC se jugará la vida en la Copa Libertadores este miércoles a las 22:00. El elenco precordillerano enfrentará a Atlético Nacional por la última fecha del Grupo F, y un triunfo le basta para pasar a los octavos de final del máximo torneo continental, uno de los grandes objetivos en San Carlos de Apoquindo.
