En medio de la polémica se situó en estos días el Claro Arena, remozado estadio de la Universidad Católica, que ya ha albergado dos partidos oficiales del equipo adulto masculino.

Resulta que desde la Fundación Defendamos la Ciudad aseguraron que el reducto de San Carlos de Apoquindo no cumple con la norma chilena referente a la protección contra incendios, y por lo mismo los permisos para seguir operando debían volver a ser revisados por las autoridades.

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Es más, el ente antes mencionado puso una denuncia ante la Contraloría para regularizar el tema, y de esto avisó también a la Dirección de Obras Municipales de Las Condes (DOM), que fue quien le dio finalmente luz verde al coloso de la UC.

Lo que se cuestiona en los documentos de la parte denunciante es el producto Fire Control, de la empresa Sherwin Williams, el cual “jamás ha contado con validación para elementos horizontales o inclinados y que, además, perdió en el año 2023 su aprobación para elementos verticales mediante resolución N°581 del Minvu del año 2022”.

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. El estadio de la Universidad Católica. Foto: Agencia Aton.
Claro Arena. El estadio de la Universidad Católica. Foto: Agencia Aton.

La defensa de la UC

Según informó BioBioChile, la defensa del club se basa en una “equivalencia técnica”, es decir, que la norma que cumplen es perfectamente homologable a la que solicita la ley nacional.

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“Pese a diferencias entre normas internacionales y chilenas en cuanto a criterios de falla en ensayos de resistencia al fuego, existen registros suficientes que permiten validar el producto aplicado en la estructura metálica del estadio“, señala el medio.

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“Sí es posible asimilar el producto a la legislación chilena, dentro del alcance de rangos de masividad, espesores aplicados y tiempos de resistencia al fuego de los ensayos ya existentes”, asevera el documento aprobado por el Departamento de Ingeniería y Gestión de la Construcción de la Pontificia Universidad Católica.

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