Una vez finalizado el duelo entre la U y O'Higgins, donde los azules cayeron por la cuenta mínima y volvieron a quedar en la zona baja de la Tabla Ponderada, los mensajes y llamadas telefónicas se empezaron a hacer frecuentes entre los principales directivos del elenco estudiantil.
Y la molestia era evidente, de todos. En su gran mayoría, los regentes laicos, expresaron su malestar. El pobre juego que ha mostrado el equipo de la mano de Rafael Dudamel tiene a todos preocupados. Universidad de Chile tiene un discretísimo 41,6% de rendimiento con el venezolano, que se traduce en dos victorias, cuatro empates y dos derrotas.
Pero no son solo las estadísticas las que preocupan. Hay algunas decisiones que no se entienden, como no considerar a Brandon Cortés, al menos como alternativa. Ayer también decidió dejar entre los suplentes a Jean Beausejour, quien fue reemplazado por Luis del Pino Mago, de pobre nivel y duramente criticado por los hinchas.
Lo cierto es que el exarquero no ha dado el ancho. Con él, se esperaba un cambio inmediato y resultados rápidos, la idea era que, a estas alturas del certamen, ya con ocho partidos a cargo, los azules estuvieran alejados totalmente del fantasma del descenso, y enfocados solo en la clasificación a Copa Libertadores.
Hoy, si bien la U aún tiene claras chances de meterse en el certamen continental, la única preocupación es no seguir complicándose abajo, pero además buscar responsables. Y en ese sentido, hay regentes que responsabilizan a Rodrigo Goldberg y Sergio Vargas por la contratación de Dudamel.
Entre los aspectos que se cuestionan es el no haber tomado mayormente en consideración el pobre nivel y la forma en que el DT salió despedido del Atlético Mineiro de Brasil. "Muchos se nublaron con el conocimiento que mostró del plantel, pero para eso, basta contratar una buena base de datos y aprenderse los números y trayectoria de los futbolistas", señala un cercano a la directiva azul.
¿Podría ser despedido de la U Rafael Dudamel?
Ayer, tras el partido eran cientos los fanáticos que pedían que Dudamel fuera despedido, ya que creen que no encontró la fórmula para levantar al equipo. Y lo mismo sienten algunos directivos en el CDA. "No ha mostrado nada en la cancha, nada que haga pensar en que el equipo va a levantar, hay quienes se confían en que Iquique y Universidad de Concepción aún están lejos, pero puede que cuando se acabe el torneo, todos nos arrepintamos".
Pero lo cierto es que al menos en este momento, la salida del venezolano no pasa por la cabeza de Aubert, ni de Goldberg ni Vargas. Hay preocupación, sí. Pero se sabe que con tan pocos partidos por jugar, y el millonario monto que habría que pagar de indemnización, hacen inviable un despido.
Lo que sí está claro es que no se descarta revisar el contrato una vez que finalice el campeonato. Y ya hay voces que se alzan para señalar que un nuevo proceso debe partir sin un DT que, por ahora "no ha dado ningún rédito al equipo y ha sido incapaz de levantar rendimientos individuales".