Johnny Herrera ya empieza analizar lo que será su vida tras dejar el fútbol y si bien comenzará una carrera como comentarista en los medios de comunicación, no escondió que su mayor anhelo es ser entrenador y en algún momento volver a la Universidad de Chile, club de sus amores y en el que consiguió sus mayores logros como futbolista.
En conversación con El Mercurio, "Samurai" se mostró ilusionado con lo que viene para su futuro, dejando en claro cuál sería su respuesta, en el caso que lo llamen los nuevos dueños del cuadro universitario. "Voy a estudiar para ser entrenador y espero volver al fútbol en el ámbito. Sé quiénes son (los nuevos propietarios) y si me llamasen todo es conversable, depende del proyecto que haya en la mesa. Insisto yo estoy para aportar en lo que se pueda. No podría negarme a ayudar al club de mis amores, de toda la vida, a contribuirle en algo", indicó.
Consultado por que espera de este cambio de propietarios en el CDA, Herrera confesó que "tiene que haber un cambio total en la U para que el club merezca estar donde tiene que estar. Espero que la gente nueva tengo un buen proyecto, para que mi amado club vuelva a tener una identidad como siempre la tuvo y perdió, hace años. Cualquier gestión que llegue, estoy seguro que va ser mejor que la que hay. Debe haber una limpieza administrativa profunda".
En este mismo contexto, infiere que "no los conozco personalmente a los nuevos dueños, pero si sé quiénes son y obviamente les deseo lo mejor", expresó.
"Ninguna posibilidad en trabajar con Goldberg y Vargas"
Eso sí, el otrora arquero de Everton y la Selección Chilena, es certero en que no cruzaría su camino con los actuales gerentes deportivos de la U, Rodrigo Goldberg y Sergio Vargas. "Ninguna posibilidad, cero, pero cero. Para decirlo de manera caballerosa. Somos personas con principios completamente distintos", aseveró.
"Yo por ejemplo jamás me negaría pagarle la operación a un jugador del club, como pasó en su minuto con Jimmy Martínez, quién tuvo un tumor en el ojo. Ellos no lo querían hacer y tuvimos que imponernos como plantel. Tampoco se me hubiese pasado por la cabeza echar a gente que lleva 20 años en la U, que su vida era el club y se habían sacrificado por esta institución, Son valores y principios que yo por lo menos no transo en mi vida", cerró.
