En 2012 se vivió la última etapa gloriosa de la Universidad de Chile dirigida por Jorge Sampaoli, donde luego de haber obtenido la Copa Sudamericana del 2011 y el tricampeonato de Primera División, los azules llegaron a semifinales de Copa Libertadores. Luego de aquello, comenzó una reestructuración en el plantel ante las masiva partida de figuras, entre ellos Marcelo Díaz, por lo que la dirigencia de Azul Azul se la jugó por un fichaje argentino para que no se resintiera el equipo.
Se trataba del volante central Ezequiel Videla, quien arribó a la U con 24 años desde Instituto de Córdoba, por un precio de 1,5 millones de dólares. En su carta de presentación tenía pasos por Montevideo Wanderers y San Martín de San Juan, además de haber pertenecido a la generación del '88 de Rosario Central, donde compartió equipo con Ángel Di María, Emiliano Vecchio, Milton Caraglio y Guillermo Burdisso, entre otros.
Su estadía en el cuadro laico duró un año y medio, en los cuales disputó 37 partidos y no anotó goles. Eso sí, uno de los episodios más recordados con los azules fue la lesión que sufrió en noviembre del 2012 ante Unión Española por los cuartos de final del Torneo de Clausura, cuando luego de disputar un balón su pierna izquierda se dobló hacia afuera, lo que ocasionó una luxación en la zona de la rótula, en la rodilla. Por aquello fue sometido a una intervención quirúrgica, que consistió en la reparación del ligamento patelo-femoral izquierdo, quedando fuera de las canchas por tres meses.
Finalmente su etapa en la U pasó sin pena ni gloria, periodo en el que logró una Copa Chile. Luego, partió a préstamo a Colón de Santa Fe y en julio del 2014 fue transferido a Racing de Avellaneda.
En la "Academia" estuvo durante tres temporadas, donde tuvo mucha más participación que en el "Romántico Viajero". Además, se coronó campeón de la Primera División de Argentina en 2014.
Posteriormente volvió a Instituto de Córdoba por un año, pero no le fue bien, ya que terminó yéndose tras recibir amenazas de los hinchas. Después recaló en Guaraní de Paraguay por solo un semestre. En agosto de 2019 firmó su último contrato profesional con Aldosivi, equipo donde decidió colgar los botines a sus 32 años.
"Una decisión de vida"
Hoy a sus 34 años, Videla lleva una vida tranquila en su natal Cosquín, un pueblo de la provincia de Córdoba que es conocido como "La capital nacional del folklore". En dicho lugar tiene negocios comerciales con su familia.
En 2020, el "León", como le apodaban, reveló que retirarse a temprana edad fue una decisión de vida: "Hace un año que tomé la decisión de dejar de jugar, la tomé con la familia, una decisión de vida. No extraño el competir, sí lo que echo de menos es el vestuario. Extraño el olor a pasto cuando me sentaba al terminar la práctica. El tomar mates con el que vas a conocer o con el que formaste una relación de compañeros".