Universidad de Chile está a 12 días de jugar el Superclásico y todavía no tiene un recinto deportivo para recibir a Colo Colo. La programación está entregada hace un par de semanas y aún no se ratifica un escenario para este lance. En las últimas horas, la dirigencia azul intentó reflotar las gestiones en Concepción, pero el portazo fue duro desde el Ester Roa Rebolledo.
Ahora, en Chillán, la situación fue la misma y el alcalde Camilo Benavente intenta resguardar la seguridad de la ciudadanía negando tajantemente el uso del Estadio Nelson Oyarzún Arenas. "Preferimos no autorizar. Ñuble, no tiene la fuerza policial que quisiéramos y el estadio está emplazado en un lugar habitacional. Hay antecedentes concretos de lo que ocurre cuando barras se desplazan por el país, no solo por el estadio, sino que por supermercados y centros comerciales. No queremos eso en esta ciudad", dijo la autoridad a radio Cooperativa.
La Universidad de Chile se enfocó en intentar ir a Chillán como medida desesperada para jugar el Superclásico. La Delegación Presidencial del Ñuble, con Claudio Ferrada a la cabeza, sí autorizó el arribo de los azules, pero es el municipio que no quiere al plantel de Diego López enfrentar al líder del fútbol chileno.
Otros estadios que se barajan son el Elías Figueroa de Valparaíso, el Fiscal de Talca y también el Sausalito.