Club Universidad de Chile enfrenta sus días más difíciles en lo que va del año. Los laicos sufrieron por primera vez dos derrotas de carácter consecutivo y se alejaron de los primeros lugares de la Tabla de Posiciones a los que habían llegado luego de triunfos claves ante Universidad Católica y Huachipato.
Esta mañana se destapó un conflicto entre Mauricio Pellegrino y la dirigencia estudiantil, pero lo cierto es que ese según información de En Cancha, este distanciamiento data de hace algunas semanas, específicamente después de un partido puntual que lo cambió todo en la interna de los universitarios. Fue precisamente después del Clásico Universitario ante la UC, cuando el entrenador se empezó a alejar de sus mandamases.
Días antes se habían desarrollado diferentes reuniones en el Centro Deportivo Azul para evaluar el tema refuerzos, donde la consigna fue siempre clara: si no se vende a Darío Osorio no habrán nuevos jugadores para el segundo semestre.
La justificación de la plana dirigencial tenía como fundamento principal el aceptable rendimiento del equipo hasta entonces, y que demostraba que, con lo que había, se podían pelear por los objetivos trazados. ¿El título? Más un cupo a copas internacionales para el próximo año.
Eso no le gustó nada a Pellegrino, quien diagnosticó que tomando en cuenta el nivel del Campeonato Nacional, con un par de nombres más podían pelear en la parte alta del torneo e ir por la estrella N° 19. Según cuentas fuentes del club, un sector de la mesa dirigencial encontró méritos en ese argumento, quedando en reunirse una vez más para volver a discutirlo.
Luego llegó el categórico triunfo ante la Universidad Católica, a ojos del DT una señal de que el equipo sí estaba para ser protagonista del torneo. De hecho, en la misma conferencia de prensa de ese partido expresó su malestar con la dirigencia de forma diplomática: “Los jugadores que pido no son para mí, son para la institución. Tenemos que traer a los mejores jugadores posibles para que nos ayuden a ser cada vez más fuertes. Esa es mi ilusión”, comentó.
Pero lo cierto es que tras la goleada ante el clásico rival la respuesta fue la misma: no hay caja para buscar refuerzos y pelear por algo más. La réplica de cierto modo decepcionó a Pellegrino, que tenía una expectativa distinta respecto al apoyo que recibiría de parte de la dirigencia.
Clima tenso en el CDA
Luego de ese cruce, todo cambió. La relación de Pellegrino con la concesionaria no volvió a ser la misma, así como su motivación, que en el CDA sienten que disminuyó. En La Cisterna lo notan desgastado, y que el clima no es de los mejores.
Para peor, según voces desde dentro del plantel, la situación también habría afectado al grupo, que sintió el remezón de la discusión entre su entrenador y la dirigencia. Pese a que no es excusa, dicen, todo esto pudo jugar un rol en el bajo nivel mostrado desde entonces y que desencadenó en las derrotas ante Unión Española y Palestino, donde pareció que el equipo había retrocedido lo poco que pudo avanzar futbolísticamente en las semanas previas.
Y el tema puede seguir generando consecuencias, ya que el tema sobre la renovación de Mauricio Pellegrino está cada vez más presente y empieza a rondar también en la cabeza de los jugadores, muchos de los cuales también tienen sus propias negociaciones de aquí a fin de año.
Si la temporada terminara hoy, el DT argentino no seguirá en Universidad de Chile, cuentan en el club. ¿Cambiará eso de aquí en adelante o el entrenador comienza a despedirse de la banca azul?