Álvarez: el sucesor de Aránguiz, la verdad sobre Altamirano y por qué no es titular el Tucu Contreras

En la antesala del partido entre Universidad de Chile y Estudiantes de La Plata por la Copa Libertadores, el director técnico Gustavo Álvarez enfrentó las preguntas de la prensa en conferencia realizada este martes en el Centro Deportivo Azul.

Uno de los focos estuvo en el rendimiento y situación actual de tres jugadores del plantel azul: Gonzalo Montes, Rodrigo Contreras y Javier Altamirano.

El mediocampista uruguayo aún no logra consolidarse como titular en Universidad de Chile, pero Álvarez respaldó su trabajo justo ahora donde se perfila como el reemplazante de Charles Aránguiz.

“Gran parte del volumen de juego del Huachipato 2023 era por la dinámica en posesión que tenía Gonzalo. Y ese es el que elijo para incorporar este año. Él sabía con qué jugadores competía y, cuando le ha tocado, ha respondido muy bien. Está trabajando para una oportunidad”, señaló.

Sobre su posición ideal en la cancha, el técnico explicó: “Para mí, Gonzalo es un 8-6. Así como hay volantes mixtos ofensivos, él es un volante mixto defensivo. Trabaja en la recuperación y tiene mucho carácter”.

Consultado por la suplencia del delantero argentino que en los últimos partidos ha sumado bonos para entrar desde el arranque, Álvarez argumentó que se debe al nivel de los delanteros titulares.

“Si bien hay jugadores que merecen ser titulares, no hay uno que merezca salir. Todos están haciendo los méritos para tomar una camiseta, pero tienen que esperar porque no hay desmérito de un jugador que está en el once. Los delanteros han marcado todos, así que evaluó rendimiento y efectividad”, señaló.

Respecto al mediocampista chileno, quien ha perdido terreno en el equipo, el entrenador explicó que su caso requiere paciencia por la situación médica que vivió el año pasado en Estudiantes de La Plata.

“Está en un proceso de readaptación al fútbol. Tiene algunos meses sin competir, pero tuvo una incursión en el partido con Ñublense en un nivel muy alto. A partir de ahí, tiene que sostener la frecuencia de entrenamiento y competencia a la cual se había deshabituado. Lo cuidamos físicamente, no generamos expectativas desmedidas y, de a poco, queremos que vuelva a su mejor expresión”.