
Juan Ignacio Duma, actual delantero de Santiago Wanderers, recordó con emoción lo que fue su paso por Universidad de Chile, el club donde debutó profesionalmente y tuvo un inicio explosivo que rápidamente entusiasmó a los hinchas azules.
En conversación con En Cancha, el atacante repasó su historia en el elenco universitario, al que llegó tras ser observado en O’Higgins. Desde su arribo al país con apenas 15 años, Duma nunca más se fue de Chile, y en esta entrevista revivió sus años en la U.
Sus primeros pasos en la Casa Azul, los inolvidables goles a Colo Colo y Universidad Católica en 2013, y también la etapa en que su pase fue tasado en 15 millones de dólares, una cifra que marcó un antes y un después en su carrera.

Duma y su paso por la U
- ¿Qué recuerdos tienes de tu etapa por la U?
Con mucha nostalgia y cariño, la verdad. Yo llegué primero a O’Higgins, y fue desde ahí que me vieron en la U y me llevaron a una prueba. Por suerte me fue bien y quedé. Desde ese momento empecé en la Proyección y después di el salto al primer equipo. Llegué solo a Santiago, me quedé en la Casa Azul junto a otros compañeros que también venían de fuera, y esos primeros meses fueron una experiencia increíble. Fueron años preciosos e intensos, con muchas emociones, tanto buenas como malas, pero que recuerdo con muchísimo afecto.
- ¿Qué significaron los goles a Colo Colo y Universidad Católica en menos de una semana?
Significaron todo. Es, sin duda, el mejor recuerdo que tengo y algo que me cambió la vida, tanto como futbolista como persona. Hacerle dos goles a Colo Colo en un Superclásico que además ganamos, y pocos días después marcar nuevamente en una final ante la UC, fue algo inolvidable. Son de esos momentos que te quedan grabados para siempre y que marcaron mi vida y carrera.
- Después de esos goles se empezó a hablar mucho de ti, incluso algunos te compararon con Eduardo Vargas y se dijo que tu pase estaba tasado en millones de dólares. ¿Sentiste eso como una presión?
En ese momento se habló de que mi pase costaba ocho millones de dólares, pero en realidad la cifra era bastante más alta: quince millones. Después de esos goles me fui a Argentina, y recuerdo que el presidente de la U en ese entonces, José Yuraszeck, me llamó para hablar del tema. Me dijo que solo me dejaría salir si llegaba una oferta por esa cantidad, lo que obviamente generó una gran expectativa a mi alrededor.
No lo tomé como una carga, pero sí era una situación que te marca. Uno era joven, recién empezaba a vivir cosas importantes en el fútbol, y de un día para otro ya estaban hablando de cifras millonarias, de comparaciones con Vargas, de equipos del extranjero… Todo eso te hace pensar y te cambia un poco la manera en que te ven los demás. En el fondo, era bonito saber que mi trabajo estaba siendo valorado, pero también entendía que tenía que seguir demostrando dentro de la cancha, porque el fútbol es muy cambiante: un día estás arriba y al siguiente todo puede darse vuelta.
- ¿Y por esa alta tasación no pudiste salir al extranjero en ese momento?
Hubo acercamientos concretos. De hecho, me vinieron a buscar dos equipos de la Serie A italiana, interesados en llevarme justo después de esos partidos. Sin embargo, la U no quiso venderme porque solo aceptaba la cifra que había fijado el presidente, esos quince millones de dólares. Era una cantidad muy alta para la realidad del fútbol chileno y terminó cerrándome la puerta a esa posibilidad.
- ¿Sientes que te cortaron las piernas al no dejarte partir al extranjero?
En su momento no lo vi así, pero con el paso del tiempo uno puede interpretarlo de esa manera. Obviamente, tuve un malestar, porque cuando te llega una oportunidad así, y más desde una liga importante como la italiana, lo natural es querer aprovecharla. Sentí cierta frustración, porque estaba en un gran momento y quizás era la instancia justa para dar ese salto.
Sin embargo, después traté de no darle más vueltas. Seguí enfocado en mi carrera y en lo que venía con la U. Con el tiempo uno entiende que el fútbol está lleno de decisiones que pueden cambiar tu destino. Tal vez si me hubiera ido en ese momento, mi carrera habría tomado otro rumbo, pero también valoro todo lo que viví en el club y en Chile, porque cada experiencia me hizo crecer como futbolista y como persona.






