El empate entre Universidad de Chile y Coquimbo Unido estuvo marcado por la tensión. Un resultado que no le sirvió a los azules, varios incidentes de la hinchada y las dudas latentes sobre el futuro inmediato de Gustavo Álvarez en el cuadro laico.

El resultado obtenido en Independencia dejó a los azules prácticamente sin chances reales de clasificar directamente a la Copa Libertadores. Luego del partido, el técnico abandonó el recinto rápidamente, sentado de copiloto mientras su representante tomaba el volante rumbo a una reunión privada.

El agente del entrenador llegó ayer a Santiago, justamente para comenzar a mover las cartas de una negociación que promete marcar el cierre del año para la U.

Comienzan las negociaciones

La imagen no pasó desapercibida en el club. Según pudo confirmar En Cancha, el representante de Álvarez tomó un viaje relámpago a Santiago para negociar, sin ofertas bajo el brazo, y con la intención de alcanzar una salida en buenos términos.

Sin embargo, esa operación se asoma cuesta arriba desde el minuto uno: en la U remarcan que no permitirán una desvinculación sin el pago íntegro de la cláusula, cifra que supera holgadamente el millón de dólares.

En Azul Azul, de hecho, sostienen que cualquier escenario que implique liberarlo sin ese resguardo está completamente descartado.

Universidad de Chile.Gustavo Álvarez tras el empate ante Coquimbo. Foto: Aton.

¿Reconciliación entre Álvarez y Azul Azul?

Pero internamente también reconocen un matiz que, hasta hace algunos días, parecía impensado. El empate ante Coquimbo complicó la Libertadores, y de paso, el bolsillo de la dirigencia de cara al 2026.

En ese contexto, algunos personeros del club no cierran del todo la puerta a una reconciliación. El análisis es práctico: si se reduce el presupuesto para 2026 debido a la ausencia en Libertadores, traer un técnico de mayor renombre que Álvarez se vuelve cuesta arriba.

El propio DT no cerró completamente la puerta, aunque dejó clara su molestia y desgaste. En conferencia de prensa, lanzó una frase que en la interna interpretan como una ventana para retomar el diálogo con Michael Clark y compañía.

“Soy una persona que escucha, la naturaleza es sabia y nos da dos oídos y una boca. Personalmente, prefiero más escuchar que hablar. Tengo contrato vigente y no estoy renunciando, solo expresé un sentir”, aseguró, dejando entrever que el quiebre podría no ser definitivo.

Eso sí, para que la relación se recomponga debería destrabarse el nudo que originó todo: las diferencias entre el entrenador y la dirigencia.

Sin embargo, desde el entorno azul señalan que los puntos que desataron la molestia de Álvarez, la dirigencia está lejos de estar dispuesta a cumplirlos. Sin ese piso, el proyecto vuelve a verse fracturado.

En las próximas horas, Álvarez y su representante se reunirán con Clark para comenzar a definir el futuro del proceso. Por el momento, el futuro de la banca azul es una completa incógnita.

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