No es habitual que un futbolista con un paso tan breve y discreto por el fútbol chileno vuelva a sonar con fuerza años después. Pero Guido Mainero lo consiguió. El volante argentino fue el gran protagonista de Platense en la final del Torneo Apertura de Argentina, anotando el único gol del partido ante Huracán y dándole al Calamar su primer título en la era profesional.
El escenario fue de película. En Santiago del Estero, y con Hernán Galíndez como arquero rival, Mainero aprovechó un centro de Vicente Taborda para controlar y definir, desatando el festejo de una hinchada que llevaba décadas esperando una corona.
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Un viejo conocido del fútbol chileno
Pero en Chile, el nombre de Guido Mainero trae otro recuerdo. Su estadía en Deportes Iquique fue corta y terminó con un descenso en 2020, en medio de una temporada marcada por la Pandemia.
Sin embargo, su huella quedó grabada por un momento inesperado: un gol agónico a Unión La Calera, en el Nicolás Chahuán, cuando los Cementeros peleaban mano a mano el título con Universidad Católica.
Quedaban solo cuatro fechas para el final del torneo. La UC lideraba con 58 puntos y La Calera la seguía con 55. Todo indicaba que el elenco de Juan Pablo Vojvoda podía presionar al bicampeón, pero Iquique —colista— dio el golpe.
Tras resistir con un hombre menos buena parte del partido, en el último suspiro apareció Mainero: se sacó al portero Alexis Martín Arias y definió con el arco a su disposición para un inesperado 2-1 que no solo les dio aire a los nortinos, sino que también despejó el camino para el tricampeonato cruzado.
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Ese tanto, que parecía una simple anécdota en medio del drama del descenso, terminó teniendo un peso simbólico en la definición del torneo. Hoy, años después, el mismo protagonista es campeón en su país, demostrando que el fútbol siempre guarda segundas oportunidades.
Guido Mainero lo sabe. Pasó por Chile sin mayor ruido, pero dejó una marca. Y ahora, de vuelta en casa, se metió para siempre en la historia de Platense.