La temporada del fútbol europeo se despedirá a lo grande con la final de la UEFA Champions League entre Paris Saint-Germain e Inter de Milán, que se disputará a finales de mayo en Múnich, Alemania.
El PSG clasificó a la final tras eliminar al Arsenal en semifinales, mientras que el Inter dejó en el camino al Barcelona en un duelo que se resolvió de forma dramática. Pero más allá de lo futbolístico, hay un curioso cruce de rachas que pone a prueba al destino.
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La “maldición del PSV”, a punto de romperse
Existe una particular “maldición” en la Champions League: ningún equipo que haya enfrentado al PSV Eindhoven en el torneo logró coronarse campeón. Y los antecedentes son tan amplios como implacables.
Desde Saint-Etienne en 1976 hasta Borussia Dortmund en 2024, pasando por equipos como Milan, Liverpool, Atlético de Madrid, Tottenham y Benfica, todos terminaron cayendo en la final tras haberse cruzado con los neerlandeses. En total, 12 equipos han sucumbido en la final tras verse las caras con PSV.
Este año, el único sobreviviente con ese historial es el PSG, que empató 1-1 con el PSV en París durante la Fase de Liga. Achraf Hakimi marcó para los franceses y Noah Lang igualó para los de Países Bajos.
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Múnich, tierra de estrenos europeos
Sin embargo, hay una segunda racha que desafía a la anterior: cada vez que la final de la Champions League se disputó en Múnich, el ganador levantó su primer título. Un patrón que no se ha roto en cuatro finales anteriores:
- 1979: Nottingham Forest
- 1993: Olympique de Marsella
- 1997: Borussia Dortmund
- 2012: Chelsea
Todas esas veces, el campeón se consagró por primera vez. Y en esta edición, hay solo un candidato que puede repetir esa hazaña: el PSG. El Inter ya ha ganado Champions tres veces (1964, 1965 y 2010).
El partido en Múnich tiene, entonces, un peso simbólico inmenso. Si el Inter gana pondrá fin a la maldición de la ciudad alemana. Si lo hace el PSG, hará historia con su primera Champions y romperá la racha que ha acompañado al PSV durante décadas.