El Chelsea busca un nuevo dueño. Así es, el último campeón de la Champions League, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes está en venta, tal como lo confirmó este miércoles el propietario ruso Roman Abramovich, quien por medio de un comunicado explicó en detalle lo que sucederá con el club inglés luego del extremo veto en su contra en Reino Unido, esto por ser considerado como uno de los colaboradores cercanos al gobierno de Rusia liderado por Vladimir Putin.
Y en medio de la invasión rusa a Ucrania, el magnate decidió en primer lugar dejar la presidencia de los "Blues" y ahora dar un paso al costado de toda injerencia en la institución londinense. Eso sí, en su escrito aclaró varios puntos, como que la venta tomará su tiempo y que los dineros serán enviados en ayuda a las víctimas de la guerra por medio de una fundación.
En la instancia, también anunció que no pedirá ningún euro de regreso por un multimillonario préstamo adeudado que tiene el Chelsea con su persona, estimado en 2 mil millones de dólares, ya que esto significaría la quiebra del club.
"La venta del club no será acelerada sino que seguirá el debido proceso. No pediré que se pague ningún préstamo. Esto nunca ha sido por negocios ni por dinero para mí, sino por pura pasión por el juego y el club", comenzó diciendo Abramovich.
Ayuda a las víctimas de la Guerra en Ucrania
"Además, he dado instrucciones a mi equipo para que establezca una fundación benéfica a la que se donarán todas las ganancias netas de la venta. La fundación será en beneficio de todas las víctimas de la guerra en Ucrania. Esto incluye proporcionar fondos críticos para las necesidades urentes e inmediatas de las víctimas, así como apoyar al trabajo de recuperación a largo plazo", agregó el empresario de 55 años.
Finalmente, Abramovich sintió tomar esta medida por su cariño con Chelsea: "Esta ha sido una decisión increíblemente difícil de tomar y me duele separarme del club de esta manera. Sin embargo, creo que esto es lo mejor para el club".