Nicolás Jarry volvió a Chile. Tras la mejor temporada de su vida, el número uno nacional regresó a nuestro país para recargar pilas y así tratar de seguir por la misma senda en la temporada 2024. El desafío para El Príncipe será mantenerse en la elite del circuito ATP, luego de terminar por primera vez en el top 20 del ranking mundial, algo que de paso lo consagró como el mejor tenista sudamericano del momento.
Un hito por el que el tenis chileno tuvo que esperar 16 años, desde la época dorada de Marcelo Ríos, Nicolás Massú y Fernando González, pero que Jarry no considera tan importante en el orden general de las cosas.
“Es lindo para decirlo, pero no tiene un valor extra para mí. Sí, cuando uno va ganando partidos, se hace más reconocido en distintos países. Lo que debo hacer yo es usar todo esto para que sea positivo en los partidos”, indicó en medio de una actividad comercial este martes.
En un 2023 en el que ganó dos torneos ATP -Santiago y Ginebra-, logró llegar por primera vez a octavos de final en un Grand Slam y a cuartos en un Masters 1000 y derrotó a varias estrellas, Jarry apuntó que la clave estuvo fuera de la cancha.
“Fuera de la cancha he tenido un crecimiento bastante bueno en lo personal y la suma de esos aspectos positivos me han permitido ganar partidos apretados”, apuntó. “Tengo mucha más confianza en mí, he logrado controlar más mi cabeza, estar más fuerte”.
Su ausencia de los Juegos Panamericanos
En una decisión que generó varios comentarios, Nicolás Jarry decidió privilegiar su participación en el circuito ATP en lugar de competir para el Team Chile en el tenis de Santiago 2023 (al igual que Cristian Garin). Y si bien nuestro país tuvo una buena cosecha en el tenis panamericano con dos medallas de plata, no cabe duda que con El Príncipe bien se podría haber obtenido un oro en singles o dobles.
Pero más allá de los resultados, Jarry confesó hoy la pena que le dio el haber visto a la distancia la gran fiesta deportiva que se vivió en el país. “Cuando terminé la temporada (en el Masters 1000 de París) y llegué a Chile, me dio tristeza no ser parte de un evento tan grande y que resultó tan bien. Hubo record de asistencia. No haber sido parte de eso no es algo lindo, pero no tenía la posibilidad”, reflexionó, justificando el camino que tomó. “Son los sacrificios que uno debe hacer”.