Algo que no se puede discutir de Alexis Sánchez es su voluntad de hierro. El delantero chileno hoy es una máquina de derrochar optimismo y juventud del alma. Sánchez está siempre, en su mente, en “modo Arsenal”. Esto es, en el máximo rendimiento, en la élite, siendo desequilibrante, un jugador para aspirar al Balón de Oro. Y para que nadie lo ponga en duda, en dos partidos por el Sevilla suma una asistencia y un gol. Con esto ya superó todo lo que hizo en Udinese la temporada anterior.

A pocos meses de cumplir los 37 años y con veinte como jugador profesional, lo de ‘Niño Maravilla’ es un apodo que ya cumplió su ciclo. Le ocurrió al gran Gianni Rivera cuando el paso de los años caducó el ‘Bambino de Oro’ que supo ser al ganar la Copa de Campeones con el Milan en 1963. O el mismo Diego Maradona, quien recién aparecido en Argentinos Juniors era el ‘Pibe de Oro’. El oro quedó, la juventud se fue.

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Horas antes de enfrentar al Alavés, Sánchez dijo al diario AS que le gustaría jugar el Mundial 2030 con 42 años. Y lo fundamentó: “Tengo que estar físicamente bien, mentalmente bien”. Luego, el nuevo delantero del Sevilla fue desafiante: “Pocos jugadores están en Europa al nivel que estoy yo, Suazo y algunos otros”. No especificó cuáles son los otros. Este año, como el anterior, no hay chilenos en la Champions League. Algo dice esto.

Alexis cometió un error grave hace dos temporadas cuando se fue del Marsella y quedó flotando mucho tiempo sin club. Al final, entró en el Inter de Milán sin pretemporada y lo pagó muy caro. Pasó de anotar 16 goles y ser una de las figuras de la Ligue 1, a un delantero sin explosión, irrelevante, apenas una alternativa para el técnico. De ahí se fue al Udinese, donde sus números fueron peores. Con los albinegros, sumó menos de 500 minutos en toda la temporada 24/25, sin goles y sin asistencias.

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Sus actuaciones en la Selección también han ido a la baja. Por los puntos queda como último recuerdo destacado el triunfo sobre Bolivia en La Paz, durante la clasificatoria rumbo a Qatar. Luego se sucedieron la última eliminatoria 2026 y la Copa América 2024, en las que Alexis no fue gravitante. Pasó de indiscutido a prescindible. Una caída demasiado pronunciada y rápida que tiene que ver con lo que señala el párrafo anterior: no hacer pretemporada el 2023. Pero él no se resigna. Lo vimos con Gareca intentando resolver los partidos solo, yendo a buscar la pelota a cualquier parte, intentando eludir a siete rivales, chocando contra todo el mundo.

Sánchez tiene una explicación a este rendimiento: “Me ponían de 6”. Sorprendente revelación. Lo que quiere decir entonces el ex ‘Niño Maravilla’ es que jugó mal con Gareca porque el argentino lo mandaba de volante central, como si fuera Echeverría o Pulgar. Es una teoría algo confusa y discutible. Pero en el universo Alexis hay que dejar siempre un margen para el pensamiento excéntrico o al menos uno donde la voluntad sea más importante que los hechos. Se puede jugar un Mundial con 42 años, otro con 46, incluso apostar al siguiente con 50 pirulos. Esto va de algo más allá de los números y la naturaleza. Es Alexis al 100%.

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