La Selección Chilena Sub 23, elenco dirigido técnicamente por Nicolás Córdova, se alista para el gran desafío. A partir del 21 de enero próximo, a las cinco de la tarde de nuestro país y con Perú como rival, La Roja comenzará su expedición en el Preolímpico de Venezuela, en busca de uno de los dos cupos que entrega la Conmebol para París 2024.
La historia chilena en la justa de los cinco anillos es acotada. Solo en cinco ocasiones un representativo nacional ha estado presente en la máxima cita polideportiva. Ámsterdam 1928 y Helsinki 1952 son las épocas en que a los Juegos asistían escuadras amateurs. Luego, en Los Ángeles 1984, una delegación no estelar dirigida por Luis Ibarra tuvo una más que digna participación.
Llegó, entonces, el turno de Sídney 2000 y la inolvidable medalla de bronce, de la mano del equipo entrenado por Nelson Acosta y capitaneado por Iván Zamorano. Finalmente, Tokio 2020, en que por primera vez una selección femenina nos representó en una ocasión de tanto pedigrí. Y pare de contar; esas son todas las participaciones nacionales en los Olímpicos.
Mucho que ver en el escaso número de participaciones olímpicas de nuestras selecciones tiene el leonino sistema de clasificación que se utiliza por este lado del mundo. Apenas dos cupos (tanto en masculino como en femenino) para una confederación como la Conmebol en que, pase lo que pase y se juegue donde se juegue, Brasil y Argentina siempre serán los favoritos.
Chile ha clasificado en cancha a la cita cumbre del olimpismo, claro está, pues en el torneo jugado en Brasil en 2000 consiguió los boletos a Sídney. Una escuadra que en el partido decisivo eliminó a un poderoso conjunto argentino que, entre otros, contaba en sus filas con jugadores de la talla de Esteban Cambiasso, Pablo Aimar, Javier Saviola. Gabriel Milito y el actual DT de la Albiceleste, el campeón mundial Lionel Scaloni.
Los nuestros no tenían nada que envidiarles, con un plantel rico en figuras, como Reinaldo Navia (autor de la inolvidable cifra de la clasificación), Claudio Maldonado, Pablo Contreras, Rafael Olarra, Héctor Tapia o David Pizarro. Ese equipo, reforzado luego por Bam Bam Zamorano, Nelson Tapia y Pedro Reyes ganaría el bronce en Oceanía.
Pero la constante es que Chile no clasifique. Desde que el torneo clasificatorio está reservado para jugadores sub 23 en Paraguay 1992 (antes, no existía el límite etario), Argentina 2000 es la única excepción. En todos los otros certámenes, La Roja ha regresado a casa con las manos vacías y, en ese contexto, cracks emblemáticos de nuestro fútbol no lograron el objetivo de clasificar a unos Juegos Olímpicos
Los 5 cracks de La Roja que no pudieron clasificar a la cita de los anillos
Desde 1992 a la fecha, se han disputado cinco torneos preolímpicos Sub 23. Entre 2004 y 2020, la Conmebol decidió definir los cupos a través de los torneos Sub 20, por lo que esos años clasificatorios quedan excluidos del balance final.
Y al analizar las nóminas chilenas asistentes a cada certamen, saltan a la vista de inmediato algunos futbolistas fundamentales en nuestra historia que no lograron el objetivo de clasificar. Y hay que tener precisión al asignar estatus de crack, pues hay jugadores como Miguel Ponce, Nelson Parraguez, Rodrigo Barrera, Luis Musrri o Esteban Valencia (Paraguay 1992) que bien ganados tienen sus espacios entre las figuras de nuestro medio.
O Clarence Acuña, Ricardo Rojas, Sebastián Rozental y Pablo Galdames (Argentina 1996), con muy respetables carreras internacionales y campeonatos en nuestro país alumbrando sus respectivos palmarés.
Pero hay cinco casos de estrellas consulares del fútbol chileno que se quedaron con las ganas de asistir a la cita de los anillos. La lista arranca por Marcelo Salas. El Matador ya era una realidad del fútbol chileno y estaba consolidado como ídolo de la U, cuando se jugó el torneo en Argentina en 1996. Con Ignacio Prieto en la conducción técnica, Chile fue superado por los anfitriones y Venezuela en el Grupo B y no accedió al cuadrangular final.
La Roja sufrió un duro golpe en casa
En la nómina para el Preolímpico de Chile 2004 es donde aparecen más figuras que luego pasarían a la historia como referentes de nuestro medio. Johnny Herrera, Rodrigo Millar o Mark González son futbolistas consagrados, ganadores y con carreras intachables.
Pero un escalón más arriba aparecen los bicampeones de América Claudio Bravo y Jean Beausejour, uno de los mejores mediocampistas de nuestra historia, como Jorge Valdivia, y uno de los más letales goleadores que ha nacido en estas tierras: Humberto Chupete Suazo; ninguno de ellos logró el objetivo olímpico.
El equipo era dirigido por Juvenal Olmos y, luego de una espectacular primera fase, en que encabezó el Grupo A con 10 puntos, se desvaneció en el cuadrangular final. Caídas ante Paraguay y Brasil y un empate intrascendente ante Argentina en la última fecha y la ilusión de subir al Olimpo se transformó en cenizas.
Ahora, de la mano de Nicolás Córdova, Chile tendrá una nueva opción de meterse a la cita polideportiva más importante del orbe. El camino, como siempre, será muy complicado, aunque la esperanza allí está. Faltan dos semanas para que ruede la pelota en tierras llaneras y La Roja prepara el contingente para luchar por los boletos olímpicos.